Inseguridad: el pan diario de los bogotanos en la administración de Claudia López

 Por: María Fernanda Pacheco

Es increíble ver la situación social y económica en la que se encuentra la capital colombiana en la actualidad. Según las cifras de la Secretaría de Seguridad, Convivencia, y Justicia de Bogotá, la ciudad ha presentado entre homicidios, delitos sexuales, extorsión, hurto y lesiones personales un total de 14.748 delitos a lo largo del presente año.

Estas cifras nos hacen reflexionar sobre las estrategias que ha desarrollado la actual administración distrital para combatir de forma contundente las diversas problemáticas que sufren los capitalinos diariamente. Si evaluamos detalladamente cada uno de los aspectos en materia de seguridad, transporte, cultura y desarrollo económico y social de Bogotá, entendemos el tan justificado aumento de desaprobación que ha sufrido la alcaldesa en las últimas encuestas, donde según INVAMER la administración de Claudia López, en el mes de junio contó con una desaprobación del más del 47%.

No es para menos, los ciudadanos bogotanos se encuentran cansados del aumento de inseguridad en diferentes localidades de la capital, situaciones como las que ocurren vinculadas al hurto de carros, a atracos en cajeros automáticos, al microtráfico,  al aumento de casos de fleteo, y  a la inseguridad en conjuntos residenciales y en medios de transporte públicos, reflejan dos problemáticas importantes: la primera, relacionada a la falta de coordinación entre la entidades distritales, las líneas de emergencia y las autoridades, donde no existe un actuar eficaz y contundente en el momento que ocurren esta serie de delitos. La segunda, la poca priorización que le ha dado esta administración a la lucha contra delitos graves, lo que ha generado un mensaje de tranquilidad y flexibilidad a los delincuentes, desembocado así, en el aumento de nuevas tácticas criminales en Bogotá.

De esta misma forma, es necesario evaluar la incidencia que han producido los diversos ataques hacia las autoridades por parte de López durante las protestas que se han desarrollado desde el mes de mayo en el país, haciendo ver a la presente administración como cómplice indirecta de los delincuentes y enemiga acérrima de las autoridades.  Es necesario que se generen medidas estratégicas para darle un pase de tranquilidad a la ciudadanía, donde el discurso de seguridad y desarrollo que da la alcaldesa se lleve verdaderamente a la práctica de forma óptima e inmediata, y se aumente la coordinación entre las autoridades y las entidades distritales, realizando un trabajo integral e inclusivo. Dándole así, prioridad a las necesidades gravemente ignoradas de la ciudad hasta la fecha y dejando a un lado las disputas ideológicas de la alcaldesa López con el gobierno y las autoridades.

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