En la mente de un violador sexual

Por: Tata Sánchez Oviedo

Ojalá hubiese una familia feliz  por cada violador sexual en Colombia, fuéramos catalogados como el país más armonioso del mundo.

Quisiera saber qué es lo que invade la mente de estos criminales, ya me estoy hartando de ver a diario en las noticias que otro niño ha sido violado, los investigan, los descubren, van a la cárcel (algunos), salen de la cárcel y vuelven a cometer sus atrocidades. Y que a este delito se le suma uno igual de horrible, cometido por nosotros los periodistas y aquí quiero hacer un paréntesis.

(Con el hambre de informar, muchas veces decimos hasta lo que no se debe, violamos los derechos de los niños y las niñas, claramente sin darnos cuenta, pero no por eso es menos protervo. Desconocemos que los derechos de los niños prevalecen por encima del derecho a la información y eso es algo que en Santa Marta y en Colombia pasa muy seguido. Vemos  en los medios como brindan no solo la edad del niño sino, su nombre completo, el lugar donde vive, hasta describen como transcurrieron los aberrantes hechos. Ah pero como quien más detalles tenga del hecho ‘es un mejor periodista’ entonces se sienten con la autoridad de pasar por encima de estos niños, negándoles además el derecho de rehacer su vida sin señalamientos.)

Ahora si cerremos paréntesis y hablemos ahora de estas personas que cometen estos actos, para mí no es fácil tener que documentarme sobre el tema, pues uno mezcla muchos sentimientos para nada agradables. Resulta que está definido como agresor sexual o violador, la persona que tiene relaciones con otra sin su consentimiento (en el caso de que la víctima sea mayor de edad) porque si la víctima es menor de edad, aún con su consentimiento es abuso.

 Muchos nos preguntamos cómo rehabilitar a alguien que ha sido abusado pero no cuestionamos lo que pasa desde la raíz, desde el agresor, solo se nos ocurre la cadena perpetua para estos, no sabiendo que de esta manera estaríamos victimizando por siempre al agredido. Con esto quiero decir que nosotros estaríamos diciéndole de manera implícita a la víctima que no podrá superar nunca lo que le paso y no llevará una vida normal.

Al igual que una víctima es llevada al psicólogo para ser evaluada y rehabilitada, el victimario durante su condena debiera entrar en rehabilitación y empezar una vida nueva a partir del acto cometido. A mi parecer estas personas que para muchos, no merecen vivir, deben cumplir su condena sí, pero cuando sean dejadas en libertad que pasará?

En España existe un programa llamado, Sexual Agression Control (SAC) que cuenta con  una serie de estrategias psicológicas encaminadas a tratar a los delincuentes, logrando rehabilitarlos para que estos puedan reinsertarse en la sociedad. Este programa afirma que de 25 rehabilitados solo 1 es reincidente y que han de pasar 10 años para afirmar que este individuo está completamente rehabilitado.

Pero hay algo que me llama la atención y es el hecho de que estos delincuentes no presentan las mismas características, no tienen todos que ser de la clase baja, o personas aisladas o asociales, o personas de carácter fuerte, lo que significa que cualquier persona, que uno catalogue de “buen vecino” o “buena persona” puede ser un presunto agresor sexual. Pero hay algo que si esta subrayado en la mayoría de este tipo de delincuentes y es la familiaridad con su víctima.

Si usted ama a sus niños y se ama usted misma, la invito a analizar a todas las personas que se encuentran en su entorno, padres, padrastros, abuelos, tíos, primos, etc. Y busquemos la manera de acabar con este problema de raíz. Pronto me verán realizando entrevistas a personas expertas en la materia porque pretendo hacer ver a cada víctima que si es posible disminuir y ojalá acabar con estos repugnantes actos, mientras tanto les adjunto algunas situaciones que según el SAC te ayudarán a estar alerta.


http://www.usc.es/export9/sites/webinstitucional/gl/institutos/criminoloxia/descargas/Los_delincuentes_sexuales__Rehabilitacixn.pdf

Haga clic para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir