Los delitos que hacen carrera en la Alcaldía de Rafael Martínez

#EditorialEA

En la ciudad de Santa Marta por primera vez en la historia hemos visto como un Alcalde elegido por elección popular es un asiduo visitante de la fiscalía, juzgados y diversos entes de control.

Ese merito se lo ha ganado el Alcalde Rafael Martínez, quién por sus acciones de transgresión a las normas disciplinarias y penales ha sido sancionado, y suspendido de su cargo pero además lleva a cuesta un sinfín de investigaciones criminales y fiscales.

El mérito que se ha ganado Rafael Martínez, dirían muchos que es gracias a la persecución política, pero cuando se hace una valoración objetiva de las razones por las cuales la justicia y los organismos de control hoy lo tienen en calidad de subjudice, se puede llegar a la conclusión que sus acciones son repetitivas y sin asomo alguno por el respeto a sus funciones como Alcalde y el respeto a la ley.

El Gobierno de Rafael Martínez diseñó una guía de obras y recibió otro tanto que se encontraban inconclusas, eso quiere decir que quien más sino el “modelo de gobierno y del cambio” fue el que con su equipo de trabajo fueron los que “diligentemente escogieron, primero: a los contratistas, interventores, supervisores, ingenieros, abogados, y demás personas que al parecer nunca vieron que las obras que contrataban en el Distrito terminaban convirtiéndose en elefanfes blancos y obras interminables afectando a la comunidad samaria.

El lamentable y feo espectáculo en que se volvió la calle 22 en pleno centro de la ciudad, la crisis humana por la pobre prestación de servicio de salud al no contar la gente vulnerable con un puesto de salud, la falta de la puesta en marcha de la mal llamada “megabiblioteca”, el estado inclemente en que se encuentra el CDI de bonda, la pérdida de la movilidad vehicular en la avenida del ferrocarril entre carrera 1 y carrera 5, la desidia en el deporte vista en la obra coliseo de gaira que antes de se entregado su maderamen literalmente se daño, el estadio sierra Sierra Nevada que despues de años no ha sido terminado, el gasto público desbordado y no priorizado para acabar con la crisis del agua para mantener el negocio de los pozos y los carrotanques, es una lista interminable que “termina” en un gobierno de improvisación de la administración pública.

Entonces, si la ciudadanía confió en un Alcalde que viene de “abajo y transparente para ejecutar obras y recursos”, porque se molesta y pretende llevar el debate al supuesto que lo que existe es una persecución de un grupo de personas a los que denomina la oposición y que no lo dejan gobernar. Y es que frente a estos dichos, lo que hay que decir es que el consigue a los pesimos contratistas y pesimos interventores, no son los “opositores”, es usted mismo Alcalde Martínez. Cualquier ciudadano del común sea que comulgue o no con el modelo “del cambio” puede manifestarse frente a lo que considera está, pero para Martínez eso no es así, el calificativo que se utiliza para cualquiera que lo cuestione es un “simple” auxiliador de los “clanes políticos” una frase que la convirtió en la columna vertebral de sus discursos con la idea de escudarse frente a la crítica. Muy mal hace el Alcalde Martínez, creyendose dueño de la Alcaldía, se le olvida que esto se llama administración pública, que sus actos son públicos que a su vez todos son sujeto no solo de control judicial o disciplinario, sino que son sujeto de control de la principal fuente de poder que es el CIUDADANO.

Los delitos que se le siguen al Alcalde Martínez por las denuncias criminales que hay en su contra, han dado con determinaciones judiciales con razonamientos jurídicos sustentables. La fiscalía general de la nación ha encontrado que existen méritos suficientes para el Alcalde Rafael Martínez, responda por el robo de dineros de los samarios, es decir que ha cometido peculado, la imputación de cargos está basada entre otros en este delito, y fue además apartado del cargo por este delito. En la ciudad de Santa Marta nunca se había visto tal displicencia por la administración pública, un Alcalde cuestionado que tiene alfombra en la fiscalía porque se ha dedicado más a defenderse de los actos de corrupción del que lo acusan que a gobernar con transparencia.

Para el Alcalde Martínez, quien no padece del desabastecimiento de Aguas porque vive entre los ricos en un lujoso apartamento en playa dormida, se le olvida que el no gobierna solo para quienes son sus adeptos, sino para una ciudad entera y las inconformidades siempre van aflorar y por eso el accionar de los órganos de control está presente en todo momento. Pero, si el Alcalde es un demócrata y entiende la función de los entes de control ¿porque se empeña en desacreditarlos? ¿le tiene miedo a que lo investiguen? ¿ tiene algo que esconder? O ¿pretende decir que no lo pueden investigar porque todo es un complot?

Tal parece que el mensaje de Rafael Martínez para la ciudad, es que la suspensión que le dio la procuraduría por participación en política, fue un caso precisamente político y la detención domiciliaria que le dieron y lo dejó también fuera del cargo no fue ajustada a derecho y fue además irregular. Todo esto ocurre, con el conocido plan inoculador que todo lo que pasa es producto de los clanes, pero de manera cínica cuando los fallos judiciales le son favorables manifiesta que siempre ha confiando en la justicia y las instituciones. ¿Estamos frente a los falsos demócratas, pintados de ovejas? Cualquiera podría decir que sí, ejemplos hay muchos y el mismo Alcalde Martínez lo ha dicho cuando llama “usurpador” al Alcalde designado por el presidente Duque, una situación que fue respuesta a una decisión judicial, pero que a juicio del Alcalde la misma fue ilegal, es decir los “ancho para mi y lo angosto para otro”.

Ahora los samarios tendrán que asistir a otro show de víctima del Alcalde Martínez, quien develara supuestos delitos cometidos por el otrora Alcalde designado Andres Rugeles. Como todo populista que se acomoda en su falso discurso, hoy si considera que otro pudo haber cometido delitos, sin embargo cuando se le cuestiona sobre los otrosí que adicionan recursos, que aprueban retrasos, que dan todo tipo de gabelas para sus demorados contratistas, que pueden conllevar a la verdadera comisión de delitos, entonces en ese momento todo es una persecución.

La memoria del Alcalde Martínez, parece ser selectiva y acomodaticia, pretende ahora inocular en sus seguidores y los samarios que las obras por las cuales está investigado sob producto de la persecución de los clanes y de Andres Rugeles, cuando las investigaciones de los elefantes blancos vienen desde antes de su llegada.

¿Porque Martínez quiere un show utilizando a Rugeles?

Con el secretario de transparencia o zar anticorrupción se fortalecieron muchas investigaciones que estaban frenadas por la falta de conocimiento de detalles en la Alcaldía y en tiempos de campañas políticas donde está en juego el movimiento que respalda a Rafael Martínez, el caballito de batalla será el mismo, el malo fue otro menos yo.

Es curioso y voluble el Alcalde Rafael Martínez, por un lado gritaba a sol y sombra que le deben respetar el debido proceso y además decía que como van a decir que cometió delitos si un juez no lo ha probado, pues bien, eso solo aplica para él, porque sus dichos en contra de Rugeles desconocen todo aquello que pregonaba, con el claro ánimo de generar la cortina de humo que tape las acciones judiciales que la fiscalía le sigue en su contra.

Pero algo que se le rescatará a Martínez, es que va a permitir que los periodistas y ciudadanos también puedan decir con mas firmeza y fundamento que los delitos que le persiguen están bien sustentados porque no puede ser que sea solo él, quien puede sin ser juez categorizar la comisión de delitos y las demás personas no.

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