La verdad sobre la Megabiblioteca que no le permitieron presentar a la concejal Elizabeth Molina Campo

Por: Vanessa Milena Bermúdez@LaBermúdez

Contra la corriente

Una cruenta batalla por la verdad tuvo que librar hoy la concejal Elizabeth Molina Campo en el recinto del cabildo en compañía de sus homólogos Iván Saravia y José Manuel “Chema” Mozo, con el propósito de informar a los samarios acerca de los pormenores en la ejecución del contrato de la Megabiblioteca.

Y es que, aunque mucho se ha dicho acerca de este elefante blanco, que fue presentado en el gobierno de los anuncios y los render como “un símbolo  de la ciudad”,  las cifras reales, el número de adiciones tanto en tiempo como en cantidades de obra y el estado actual de la misma, son desconocidos  por el grueso de los samarios.

Dada la desinformación al respecto y pasados más de 3 años desde cuando se hizo su mediática inauguración, la Concejal Molina se dio a la tarea de impulsar un debate de control político en el que la Alcaldía, a través  del Gerente de Proyectos de Infraestructura le explicase a los samarios por qué aún no no pueden disfrutar de la biblioteca pública distrital.

Datos preocupantes

Pese a las permanentes e indelicadas interrupciones del presidente del concejo, en los escasos 9 minutos que sumaron sus frases siempre cortadas por Linero Ladino,  la concejal Molina Campo sacó a la luz datos escandalosos acerca de la Megabiblioteca. 

Puntualmente Elizabeth Molina señaló que solo la jardinería de la obra superó los $300 millones de pesos y gran parte de la misma está muerta.

La concejal explicó que ayer domingo hizo una visita para inspeccionar el estado de la obra y sus entornos, al que gentilmente la acompañó David de Marchena, el Gerente de Infraestructura del Distrito y pudo evidenciar el estado de la estructura.

Igualmente apuntó que la  obra viene en construcción desde el año  2014 y entre adiciones su costo ya va por 27.074, cuando inicialmente se presupuestó en 20 mil millones.  

Dentro de los datos que más suspicacia le despiertan a la concejal está el hecho de que todas las adiciones al contrato, tanto las de tiempo como las de obras, se han firmado a escasos 2 o tres días de vencerse el plazo; lo que da cuenta de una falta de planificación de parte de la administración y del contratista. 

En su accidentada intervención la concejal alcanzó a compartir varias fotos que son evidencias contundentes del lamentable  estado de una obra a la que prefijo de “mega” solo le calza en lo relativo a sus costos, porque al día de hoy su aspecto es de una obra abandonada.  Juzgue usted.

 

 

 

Haga clic para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir