El Coliseo de Gaira, otro triste caso de sobrecostos y demoras

Por: Vanessa Milena Bermúdez -Twitter @VanessaMilenaB3

Cortesía: “Merecemos Más”

Ahora la Alcaldía del Cambio invertirá 266 millones de pesos en el cerramiento de las fachadas laterales del escenario deportivo cuya construcción fuera contratada en 2015 y tenía un plazo inicial de tan solo 2 meses.

Como todos los escenarios deportivos de los que se ufana el autodenominado “modelo de gobierno del cambio”, el Coliseo de Gaira debió estar listo para XVIII edición de los Juegos Bolivarianos-Santa Marta 2017; sin embargo, llegada la temporada deportiva el escenario no solo estaba inconcluso, sino que terminó inundado en medio de un aguacero, con el consecuente deterioro del piso de madera.

Foto: Seguimiento.co

Una vez conluyeron las justas bolivarianas las obras se paralizaron por más de un año y los daños se fueron presentando paulatinamente, sin que al coliseo se le diera uso. Pero eso no es todo, en cuanto a lo técnico hay que señalar que las medidas del maderable del Coliseo en relación con la tribuna impiden la práctica de deportes por competiciones oficiales, es decir que el escenario tendría un uso únicamente recreacional.

En esta obra, la Alcaldía tenía planificada una inversión de unos 2.684 millones de pesos, pero con adiciones y tras la nueva inversión terminará costando más de 4.200 millones de pesos sin contar con lo costos de diseño e interventoría. Un completo exabrupto en términos de costos/beneficios. Dicho de otro modo, una inversión tan alta en un escenario deportivo cuyo uso terminará siendo lúdico, en un barrio que gime por la falta de un Centro de Salud, no se compadece de las verdaderas necesidades de la comunidad.

A este respecto se pronunció la concejal Elizabeth Molina Campo en el último período de sesiones adelantadas en diciembre del año pasado diciendo: “Con el dinero que se ha invertido en el Coliseo de Gaira, no solo es para que hubiese un Coliseo en óptimas condiciones, sino un Coliseo y Puesto de Salud juntos”. Es decir que una mejor priorización de los recursos públicos hubiese brindado más y mejores beneficios para los gaireros.

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