Ya se sabe cómo descenderá la economía del país por el Covid-19

La confianza de los consumidores no había alcanzado antes niveles tan bajos y el empleo registró mínimos históricos, a lo que se sumó un desplome de los mercados financieros, una explosión de la prima de riesgo y una devaluación del peso fomentado por la salida de capitales.

El Ejecutivo adoptó una serie de medidas que amortiguaron el impacto de la crisis, sobre todo en los sectores más deprimidos y que, a posteriori, “ayudarán a la recuperación gradual de la economía”, señala la OCDE.

La mejora, agrega, vendrá por un repunte en la confianza de los consumidores y un gradual restablecimiento de la inversión, a lo que contribuirá la bajada fiscal a las empresas adoptada en 2019.

Pero la caída de la demanda externa mantendrá débil el comercio y aumentará la vulnerabilidad de los precios de los productos básicos, que ya son muy bajos.

El incremento del déficit público y de la deuda encarecerá el acceso al crédito y amenaza con intensificar las salidas de capital, lo que se verá amortiguado por la reciente línea de préstamos renovada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La OCDE preconiza una política fiscal que apoye a los servicios sanitarios públicos a combatir futuros posibles brotes de COVID-19 y, aunque el margen fiscal es limitado, considera que pueden ser necesarios estímulos estatales a los sectores más afectados.

También recomienda fomentar el empleo estable con bajadas de impuestos laborales para incrementar la productividad y un crecimiento sostenible y mantener una política monetaria acomodaticia.

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