¿Paro de la procuraduría en el Magdalena?

La situación del país en razón al paro nacional convocado por distintos sectores de la sociedad, tiene también ramificaciones respecto de la forma paquidermica en como los organismos de control vienen siendo utilizados como plataformas políticas para futuras aspiraciones presidenciales y su verdadero función la dejan de lado en desmedro de los intereses colectivos de la sociedad.

Pulula entonces, la corrupción, el desgreño administrativo, la pésima planeación de obras que en otras se vuelven eternas utilizando los mal llamados otrosí para justificar ampliaciones de plazo, adiciones multimillonarias con el único ánimo de favorecer a los amigos contratistas que terminan financiando las campañas políticas.

Son estas razones, las que de alguna u otra forma generan el descontento de la ciudadanía, mientras unos se convierten en mártires, redentores o Mesías, la sociedad ve como los recursos para la educación, la cultura, recreación, agua y salud, se dilapidan sin que para estos casos exista el asomo prístino para defender a una comunidad agobiada y habida de justicia.

El estallido social, no puede solo observarse desde la delgada linea de las posiciones o filosofías políticas, sobre todo si se tiene en cuenta que vivimos en una sociedad desigual en la que cualquiera de nosotros puede ser víctima del paseo de la muerte o de la falta del preciado líquido o la pésima atención en la educación donde el plan de alimentación escolar solo sirvió para engordar y alimentar a los megacontratistas amigos de los gobiernos.

“Santa Marta no es la excepción

Es cierto que los samarios han decidido de manera democrática un nuevo modelo de gobierno, sin embargo es bueno expresar que la forma vital para que las democracias se mantengan vivas es a través del disenso, no puede desconocerse que una sola voz sonante puede degenerar en totalitarismos y cuando se reaccione será muy tarde.

Por estas razones, es que la sociedad debe siempre ser vigilante de los gobiernos y sus acciones encaminadas a cumplir con lo que prometieron luego de recibir el aval en las urnas. La obligación de trabajar, gestionar y ejecutar son propias de sus cargos y no por cumplirlas el pueblo tiene que aplaudirle, todo lo contrario, es imperioso exigir que sea siempre así y cuando se pierda ese camino todos tenemos la facultad de denunciar y expresarnos cuando las cosas no están bien hechas.

La institucionalidad y el buen gobierno son características de una democracia, por tanto, la exigencia que se la hace a un organismo como la procuraduría para que defina una situación jurídica sobre la que pesa sobre el gobernador electo del Magdalena, es apenas un reclamo lógico para que no desestabilizar el orden institucional y social. Lo ocurrido con la construcción de los pozos de agua, fue una total desgracia para los samarios toda vez que aún despues que se exigiera la prioridad de los dineros para evitar la peor crisis del agua que vive Santa Marta, el gobierno Distrital orquestó una serie de mini parques, contratos de “seguridad” entre otros.

Hoy la procuraduría tiene un papel preponderante como organismo defensor de los derechos humanos, y el agua como derecho de todos, merece toda la atención juiciosa y conciente sobre la desgraciada situación que viven los samarios para conseguir el preciado líquido. Pero no podemos dejar de lado, que el conseguir el agua sea todo por solucionar porque la poca que se consigue no es apta para el consumo humano y de transparente tiene lo mismo que tiene de transparente los rumores que se tejen al rededor del fallo de nulidad que presuntamente ya estaría cocinado en la ciudad de Bogotá en el propio despacho del Doctor Fernando Carrillo Florez.

Pero si el tema del agua está sobre el tapete, la procuraduría no tiene en cuenta que el gobernador electo del Magdalena tiene al menos tres imputaciones de cargo por presunta corrupción y una de ellas tambien afecta la salud de las comunidades más vulnerables de Santa Marta. Los puestos de salud son una total muestra de la desidia y el desgreño de los recursos públicos, para nada interesa las afectaciones que han padecido miles de samarios al no contar con una buena prestación del servicio de salud.

Pero meternos en el tema de la cultura y la educación, no es menos importante que una obra como la “megabiblioteca” haya tenido tantos retrasos y todo parece indicar que en un tercer gobierno es que por fin se podrá entregar esa construcción. Esto a la luz de fieles seguidores de los nuevos mandatarios solo será motivo de fiesta, en el olvido quedará los 6 años de retrasos, las multimillonarias adiciones, las múltiples fechas de entregas aplazadas y los reiterados pronunciamientos del gobernador electo, del Alcalde Martínez y su séquito, sobre las famososa persecuciones políticas y judiciales serán los suficientemente fuertes para que queden como los Mesías. Reitero, los retrasos, multas, terminaciones unilaterales del contrato seguirán siendo culpa de los “antes” menos de quien eligió a los contratistas.

Ahora, el balón está en las manos del doctor Fernando Carrillo Florez, aunque desde ya los samarios y Magdalenenses ven con desesperanza cualquier asomo de justicia, basta con ver como fue ese saludo fraternal y afectuoso con su sancionado, esos abrazos quedarán en la retina de cual conocedor de la política que puede desde ya decir que eso tiene su tinte coyuntural para una futura aspiración a cargo popular.

¿El paro nacional, debe entenderse entonces como una fuente de ayudas políticas en el ente de control disciplinario?

Convertirse en un defensor de los derechos humanos, para irrespetar las funciones constitucionales por intereses personalisimos para aspirar a cargos de elección popular, es una fuenta clara para reclamar a través de la protesta que se respete una dignidad como procurador. El paro en la procuraduría para no dar a conocer un fallo de segunda instancia que ha debido resolverse hace mas de 5 meses, tuvo aristas propias de un quite para no generar una mala imagen frente al procurador, sin embargo es claro que ese cargo no debe estar sujeto a los intereses de un grupo minúsculo sino a los intereses apegados a la constitución como máximo lineamiento de la justicia.

Al señor procurador, le queda de quinta tratar de ser un redentor en medio del paro nacional, cuando a todas luces dejó un sin sabor en la comunidad samaria y magdalenense de como se deja en el limbo una situación que puede afectar la estabilidad democrática de ésta región.

PD. Ahora parece que el Doctor Fernando Carrillo Flórez, no quiere tener la facultad sancionadora de quienes son elegidos por voto popular, segun cuentan está esperando un concepto de la comisión Interamericana de derechos humanos para apartarse de esas decisiones, lo curioso es que anteriormente defendió la tesis que como procurador si podía sancionar. Un mensaje cifrado que no quiere meterse en líos con los mandatarios locales y a su vez de manera posterior cobrar esos favores. Samarios, de paro pasaremos a nulidad. (Walter mercado QEPD)

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