Jóvenes en Irak innovan para ganarse la vida

Uno transformó un coche en un café ambulante, otro un pasillo en una librería y un tercero crea esculturas con desechos metálicos. En el sur de Irak, una región rica en petróleo, los jóvenes innovan para ganarse la vida

Nada que ver con la época de sus padres durante el régimen de Sadam Husein, en donde los egresados de las universidades eran contratados casi automáticamente en el sector público, frente a un sector privado casi inexistente.

Durante los diez años posteriores a la invasión estadounidense de Irak y la caída de Husein, en 2003, las nuevas autoridades siguieron multiplicando los puestos de funcionarios de manera clientelista.

Pero ahora todo eso terminó. El sector público ya casi no contrata y el privado no logra absorber la fuerza laboral.

Karrar Alaa, de 26 años, estaba convencido hace tres años que con su diploma de Comercio podría obtener un empleo de funcionario en Basora (sur).

Pero cansado de esperar, utilizó todos sus ahorros, pidió dinero prestado a sus allegados y juntó 20.000 dólares para comprar un coche y transformarlo en un café ambulante.

“Es algo inédito en Basora, descubrí la idea en un video grabado en Europa y difundido por Facebook”, cuenta a la AFP delante de su coche que lleva en el techo una taza de plástico gigante.

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