Fuente: https://apnnoticias.com/
Un estudio de percepción de las gestiones del Gobierno Petro, realizado por Noticias RCN, deja ver el malestar ciudadano por el encarecimiento de la canasta familiar, la inflación, las altas tarifas de los servicios públicos, el elevado precio del dólar y los daños colaterales en el comercio de la recién aprobada reforma tributaria.
El pasado 20 de abril el Departamento Nacional de Estadísticas (Dane) presentó los resultados de la Encuesta de Calidad de Vida 2021. De acuerdo con el documento técnico, se hizo énfasis en varios de los elementos más importantes para determinar el grado de bienestar y satisfacción de necesidades básicas de los colombianos, entre esos, destacan, por ejemplo: características de la vivienda, acceso a servicios públicos, composición del hogar, servicios de salud, educación, fuerza de trabajo y gastos del hogar.
La encuesta que por efectos de la pandemia y las restricciones de movilidad se extendió hasta la primera semana de enero de este año, evidencia que un gran porcentaje de colombianos consideraba que su situación económica era crítica, reconociéndose a sí mismo como pobre, siendo las áreas rurales donde en mayor medida se tiene esta percepción.
“Las respuestas de los jefes de hogar y cónyuges a quienes se aplicó la ECV 2021 sobre si se consideran, o no, pobres, arrojan los resultados más desfavorables al respecto de los últimos años: el 46,7% se consideran pobres, nivel que en las cabeceras cae al 39,7% y en centros poblados y rural disperso asciende a 70,3%”, informa el Boletín Técnico publicado en la página del Dane.
Así mismo, las estadísticas demuestran que la sensación de estar limitados económicamente es mayor en los departamentos alejados del centro de impulsión administrativa y donde es constante el descontento por la exigua acción del Estado y sus instituciones.
Los cinco departamentos donde la gente se auto percibe como pobre de acuerdo con la ECV 2021 del Dane son: Vichada (87,1%), La Guajira (80,5%), Chocó (79,5%), Vaupés (77,7%) y Sucre (77,4%). Estas cifras contrastan con la impresión de pobreza que tienen los ciudadanos de Bogotá, donde solo el 23,9% se reconoce como tal, una diferencia de 63 puntos porcentuales en comparación con Vichada, departamento ubicado a 692.4 kilómetros de la capital del país.
Estos datos, como se lee en el boletín técnico de la ECV 2021, son los peores de los últimos años.59% de los colombianos no está viviendo sabrosoTres meses después de la posesión del presidente Petro y varios movimientos de su equipo de gobierno para revertir la terrible situación económica y social que se vive como consecuencia de los rezagos de la pandemia de la covid-19, la idea generalizada en varios sectores del país es que en vez de cambiar, la situación va empeorando cada día más, sin que se vislumbre en las políticas del nuevo gobierno algo concreto que, primero, frene el evidente deterioro y, luego, funcione para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Un estudio realizado por la firma encuestadora GAD3 Colombia y financiado por RCN Televisión, ofrece un panorama bastante complicado para el nuevo gobierno, pues, el sentimiento del colombiano de a pie es más bien pesimista frente al impacto positivo en este tema de las políticas hasta ahora conocidas y que se pretenden aplicar, como por ejemplo, la reforma tributaria.
Esta medición donde se realizaron 1002 llamadas telefónicas para lograr un grado de confianza del 95,5% y un margen de error: ± 3,2%, es decir, una percepción bastante fiel del clima social en Colombia, deja ver que son muchas las familias en este país las que piensan que la promesa de vivir sabroso hecha en campaña, es ahora una idea más bien lejana, si se tienen en cuenta las cifras de inflación cercana al 12%, altas tases de intereses, la escalada sin precedentes del precio del dólar y todas las prevenciones que ha generado en los inversionistas internacionales el discurso anti hidrocarburos del nuevo gobierno.
Uno de los bloques, destinado a auscultar el ideario ciudadano sobre la situación del país, le pregunta a los encuestados: ¿Considera Ud. que en los últimos 3 meses ha mejorado o empeorado la situación económica suya y de su familia? Frente al primer interrogante el 59,3 considera que ha empeorado, mientras que en el segundo, la cifra aumenta hasta el 64%; siendo el reglón poblacional comprendido entre los 35 y 55 años el más afectado por el aumento en el costo de vida.
La complicada situación en materia de tarifas de servicios públicos, aumento desmedido en el precio de los productos de la canasta familiar y la especulación, ha hecho que en más del 80% los hogares colombianos hayan tenido que sacar de su dieta algunos productos por la imposibilidad de adquirirlos, limitando en muchos casos la nutrición que reciben niños en la primera infancia y edad escolar.
El panorama es complejo y con recesión económica a la vistaSobre este punto particular, es importante anotar que el Dane encontró en la ECV 2021 que el gasto mensual promedio de los hogares colombianos había aumentado en 16%. El costo de la manutención del hogar se acrecentó más en las áreas urbanas donde la variación con respecto a la medición anterior fue de 17,2%, mientras que en centros poblados y rurales dispersos el incremento fue de 11,9%. Según la entidad estatal encargada de medir las dinámicas socioeconómicas “esto significa un gasto promedio por hogar de $1,7 millones al mes para 2021, 12,1% más que en 2020, cuando se ubicó en $1,5 millones” y detalla cuáles son los conceptos donde más invierte el ciudadano común y corriente: “el 41,4% del gasto a nivel nacional se destina a Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles, seguido de Alimentos y bebidas no alcohólicas (15,8%) y Transporte (7,6%)”.
No hay dudas que el panorama que tiene por delante el presidente Petro no es alentador y exige de él y sus colaboradores mucho más acierto, capacidad de ejecución y claridad en cuanto a los planes y programas para hacerle frente a esta caótica situación y poder salir de la crisis, que según la opinión de muchos analistas y el mismo jefe de Estado puede derivar en una recesión económica.
