Líderes comunitarios del barrio Bastidas reportan que desde las 4:00 a.m. se viene presentando un derrame de agua potable procedente de uno de los tanques de la estación de rebombeo de la operadora del servicio de acueducto y alcantarillado VEOLIA.
Se trata justamente del tanque que suministra el líquido vital al sector, cuya comunidad viene quejándose del olvido al que ha sido sometida por el gobierno del Alcalde Rafael Martínez en todos los aspectos que impactan la calidad de vida de sus habitantes; pero en especial por la intermitencia del servicio público domiciliario de agua potable y por el constante rebosamiento de las alcantarillas que vierten aguas negras por todas las calles del barrio.
La situación resulta inaceptable si se tiene en cuenta que el Centro de Salud entregado a la comunidad no cuenta con servicio de agua potable, que garantice las mínimas condiciones de asepsia para la prestación de los servicios médicos y que por sus calles colindantes desciende permanentemente un caudal de aguas putrefactas. A este respecto el Presidente de la Junta de Acción Comunal, Juan José Vargas Glen vehementemente expresó “estamos mamados de VEOLIA y del ESSMAR”
La comunidad de Bastidas hace un angustioso llamado a las autoridades para que hagan presencia inmediata en el sector a fin de normalizar la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado e insisten en su reclamación porque la atención primaria en salud alcance los estándares mínimos de respeto por la dignidad humana.
