Por: Redacción Elarticulo.co
Una vez más queda comprobado que la mermelada hace cambiar posiciones y filosofías políticas. En las últimas horas, el presidente de la República acaba de integrar al afamado caricaturista “Matador” a su gabinete ministerial.
El hecho ha generado todo tipo de comentarios, sobre todo porque el cargo que ocupará desde hoy en el gobierno Duque es el mismo que hasta hace poco le había sido entregado al periodista Hassan Nassar. La situación no es de poca monta, porque será ahora “Matador” quien lidere toda la estrategia de comunicaciones del mandatario de los colombianos y los primeros en poner el grito en el cielo, por supuesto fueron los miembros de la bancada del gobierno. Un puesto menos para los amigos y es entregado a los enemigos.
Pero amén, de todas las reacciones que esto puede generar desde la derecha radical, la ciudadanía en general se pregunta porque el cambio de posición de “Matador” para aceptar un cargo de tamaña responsabilidad y visibilidad nacional. Algunos ya han sacado conclusiones, entre ellas han expresado que sus bolsillos andan “calza en prieta”, otroa que va a tener más claridad para dibujar al presidente y de esa manera vender mejor su imagen y otros se han atrevido a decir que Gustavo Petro lo puso como su cuota política por las relaciones que vienen estrechando con Duque. Sea cual sea la razón, el hecho no deja de ser llamativo.
Por otro lado, el hoy nuevo alto consejero de la comunicaciones deberá enfrentar una orda de insultos en las redes sociales por haber caído en las mieles del poder e igualmente será objetivo de los paparazzi quienes estarán muy al pendiente de su nueva escolta integrada por un esquema de seguridad tipo Ministro.
“Matador” será el nuevo líder de las comunicaciones del gobierno colombiano dejando a pesos pesados del periodismo colombiano que se habian ganado a “pulso de trinos” esa posición, sin embargo las caricaturas tambien ejercen su poder. Aunque la historia aquí contada suena muy para los hermanos grim, hay que decir también que esto no es más que una inocentada del 28 de diciembre.
