Por Lina Maria Peña
La capital samaria vive uno de sus peores momentos en materia de convivencia ciudadana, hoy en día el ambiente de odio y diferencias que se respira es algo inédito para quienes siempre han visto a Santa Marta como un remanso de paz.
Esta situación que emerge por un discurso inoculado en sector de la ciudad que genera un odio intestino de clases y de lucha política, está marcando un camino que puede terminar acabando con los tiempos en que las diferencias se zanjaban con un simple abrazo, pero todo parece indicar que la idea es estar con uno o con otro de lo contrario eres amigo o enemigo.
La política del frente nacional, la política del trapo azul y rojo, donde hasta las familias eran capaces de atentar contra sus vidas para defender los colores de sus partidos políticos está de regreso.
¿Pero cómo y de donde nace ese discurso?
Según se lee en los seguidores de la actual administración, esto se debe a que Santa Marta tiene 30 años sumida en el abandono y en la desidia, en ese orden de ideas por ningún motivo los de antes no tienen derecho a opinar sobre lo que pase en la ciudad y todo aquel que hable en su favor es visto como un conector de la corrupción.
A todo lo anterior hay que buscarle razones y para ello el registro histórico es preciso volver a contar. ¿Cuantos Dávila, Diazgranados, Vives, Cotes, Dangond, Pinedo, han gobernado la ciudad?
Las primeras elecciones de Alcaldes y Gobernadores que se produjeron por voto popular fueron hace efectivamente 30 años, el primer elegido fue Alfonso Vives Campo, posteriormente lo sucedió Nacho Vives quien no terminó el periodo ante un fallo de la justicia; Hugo Gnecco una persona venida de las bases populares pero que por temas de corrupción no pudo terminar su período; en el año 95 fue elegido Edgardo Vives; para el año 98 fue ungido Jaime Solano quien soportó una sanción por los entes de control; para el año 2001 regresó Hugo Gnecco pero una vez más la justicia lo sancionó; en el año 2004 llega Chico Zúñiga quien sí pudo terminar su mandato pero que la justicia lo sancionó posteriormente por vínculos con grupos al margen de la Ley; en el 2008 tomó las riendas de la Alcaldía Juan Pablo Diazgranados, único mandatario que no ha tenido sanción alguna por los entes de control; para el 2012 llega Carlos Caicedo elegido por partido liberal colombiano, terminó su período sin contratiempos y en la actualidad gobierna el mismo Caicedismo a través de su sucesor Rafael Martínez.
Antes de la remembranza de los Alcaldes de Santa Marta, hay que señalar quienes fueron los que dejaron la ciudad en el vilo de la desaparición y para ello no se puede perder de vista que solano y Gnecco fueron quienes generaron un déficit fiscal sin antecedentes, dejaron al distrito en quiebra; con ese escenario Chico Zúñiga ruega al Ministerio de Hacienda acoger a Santa Marta en la ley 550 para recuperar sus finanzas y hacer viable al distrito, este acuerdo no permitía hacer inversiones sociales a gran escala, pues los impuestos estaban direccionados a pagar el déficit fiscal. En esa misma dirección tuvo que actuar Juan Pablo Diazgranados, alcalde de la época, allí incluso se reconoció el manejo fiscal por parte del Ministerio, pues terminado su mandato tan solo quedaban 2 años para que Santa Marta iniciara entonces un proceso de inversión social nunca antes visto, en otras palabras entregar al nuevo Alcalde todo plata para solucionar los problemas estructurales de la ciudad. Eso fue lo que encontró entonces Carlos Caicedo, una ciudad con dinero boyante para invertir sin que para ello necesitara autorización de nadie.
Volviendo atrás, entonces tenemos que en palabras de los seguidores del Alcalde, los de siempre es decir, los Vives gobernaron 10 años con todos sus Alcaldes; Gnecco 4 años, Zúñiga 4 años, Diazgranados 4 años y el Caicedismo 8 años. Si sumamos se puede concluir que el 30 por ciento de los últimos 30 años han sido gobernados por el Caicedismo, pero con todo y esto, pareciera que el chip inoculado lo que busca es una marcada línea de olvido y de rechazo hacia unas familias con el ánimo de generar odio y enemistades.
¿La justicia ha actuado?
Si, la justicia ha actuado en contra de los anteriores mandatarios, a pesar que muchos dicen que con las familias ricas no se meten, y los casos para resaltar es que ni solano ni Zúñiga, ni Gnecco pueden ejercer cargos de elección popular ante las sanciones que les fueron impuestos y que por supuesto los inhabilita. Entonces, ese sofisma que inocula la administración en sus seguidores son para generar confusión en una población que nunca escuchó radio, que no leyó prensa, pero que ahora bajo la creación de las redes sociales son influenciados para repetir un falso discurso.
La política y la decisión la tiene cada ser humano, la influencia o presiones que se ejercen tienen que ser tomadas con beneficio de inventario, nadie está por encima de la ley, ni por razón de apellidos, dinero, popularidad.
