Por Lina Maria Peña
Luego de conocerse la decisión del Congreso de la República de ordenar un control excepcional a la gestión pública del exalcalde Carlos Caicedo y su sucesor Rafael Martínez al frente de la Alcaldía de Santa Marta, el nombre de la Contraloría Distrital salió a relucir ante su poco y pobre accionar sobre las continuas denuncias ciudadanas ante presuntos casos de corrupción.
A la voz de varios congresistas, el señor Edilson Palacio no ha sido garante de la ciudadanía para hacer respetar la inversión transparente de los recursos públicos y sus resultados no han sido nada efectivos.
La imagen del Contralor Edilson Palacio, es la que algunos han denominado como “fantasma” donde su labor no ha sido coherente con el ejercicio del control fiscal para el que fue elegido, y su pasado laboral vinculado a la administración de Caicedo tanto de la Alcaldía y la universidad del Magdalena presumiblemente ha servido para que las conductas denunciadas como corruptas no tengan el debido espacio para ser investigadas.
La situación antes descrita, ha dado para que el contralor Edilson Palacio haya sido apartado de todos los casos escandalosos de presunta corrupción que se le siguen a Caicedo y Martínez, debido a que curiosamente el jefe del control fiscal de Santa Marta, no entrega las mínimas garantías para que los samarios conozcan que es lo que ha venido sucediendo con los más de 2 billones de pesos que se han ejecutado sin control alguno.
