El día de ayer circuló un trino del representante a la cámara David Racero, quién milita en el movimiento político de senador Gustavo Petro, acusando a los aliados políticos del presidente Iván Duque de haberse robado las elecciones presidenciales de 2018.
La indignación de muchos cibernautas no se hizo esperar, y lanzaron duras críticas en contra del congresista Racero por denominar a que cualquier ciudadano que hubiese querido formar una estructura política comunitaria o barría de apoyo para elegir al entonces candidato Iván Duque, estaba inmerso en fraude electoral o robo.
El congresista Racero que hizo parte de la lista de los decentes, no utiliza su talante para darle decencia a las normas constitucionales de participación democrática para que se respeten las decisiones de la mayoría sino por el contrario pretende endilgar un acto delincuencial a quiénes concurrieron a las urnas para decidir con el voto a su mandatario.
Lo grave de la acusación del Congresista Racero, es que a la fecha ninguna autoridad judicial ha promulgado algún tipo de sanción en contra del presidente Iván Duque o en contra de algún directivo de su campaña. Lo que sí existe, es una profunda andanada de especulaciones promocionadas en las redes sociales pero que no tienen ningún fundamento legal hasta tanto la justicia no determine una decisión judicial.
Para este caso, donde se acusa a la mayoría de los colombianos de haber votado por partidos políticos que se “robaron” las elecciones, no hay que perder de vista que la lucha en contra de la corrupción que “promueve” el congresista Racero, quedó en entredicho luego de conocerse las cuotas burocráticas que a través de “palancas” habría conseguido en la Alcaldía de Bogotá en razón a su fuerte lazo de amistad que lo une con la Alcaldesa Claudia López.
Por otro lado, tampoco se conoció un enérgico pronunciamiento de David Racero ante el denominado “Petrovideo” donde se veía al jefe político de su movimiento recibiendo una gruesa suma de dinero del cuestionado funcionario Juan Carlos Montes. La ciudadanía también espera que sus acciones en la lucha contra la corrupción sean medidas con el mismo racero con el pretende juzgar a quienes piensa distinto a los sectores cuestionados de la izquierda radical.
