El concejal Juan Carlos Palacio, hizo la citación del Secretario de Infraestructura y del Contralor Alexander Zabaleta para conocer las actuaciones y acciones que han adelantado para garantizar la ejecución de obras en Distrito de Santa Marta y que los recursos sean bien invertidos.
De los cuestionamientos más duros que hizo el concejal Palacio, fue el de la forma impávida en que la Alcaldía ha manejado las relaciones con sus contratistas, quienes son los responsables de la terminación de las obras que a la fecha algunas ya cumplen hasta seis años en ejecución y aún no se conoce cuando se entregaran o entraran en funcionamiento.
De parte de la administración Distrital no han salido sanciones drásticas frente al incumplimiento en la terminación de las obras, por el contrario de forma complaciente se ha entregado infinidad de otrosí para adicionar tiempos y millonarios recursos pero a pesar de todo ni con éstas “gabelas” los samarios pueden disfrutar las obras.
La sesión tuvo la presencia del Contralor Alexander Zabaleta, reconocido por ser abogado de la Alcaldesa Virna Johnson y militante de fuerza ciudadana.
La intervención de Zabaleta era una de las más esperadas para conocer qué es lo que hace dicho ente de control para cuidar los recursos de los samarios, sin embargo, el Contralor no decepcionó a su grupo político pero si a la comunidad de Santa Marta.
El Contralor Zabaleta, con presentación PowerPoint en mano, expuso una a una las diapositivas en las que dejó por sentado que el ente de control Distrital no tiene como meterse a revisar los contratos de las obras denominadas como inconclusas y declaradas como de impacto nacional porque pasaron a manos de la Contraloría General de la Nación y por esa razón perdió toda la competencia fiscal en esos casos.
Sin embargo, al Contralor Zabaleta se le olvidó lo que encierra el robo de los recursos destinados a la construcción del CDI de Bonda. Si bien es cierto, la obra fue cobijada en el control excepcional de la Contraloría General de la Nación, el señor Zabaleta, no hizo ningún tipo de referencia sobre el contrato de la dotación de mobiliario para el CDI de Bonda.
Fueron 1.700 millones de pesos, los que el señor Rafael Martínez adjudicó para la compra “cucharas, platos, neveras, televisores” y toda suerte de elementos para dotar las instalaciones del CDI que beneficiarían al menos 500 niños y niñas del sector de Bonda.
El caso es que a pesar que la obra iba camino al siniestro y su inexistencia, el exalcalde contrató la dotación cuando no se tenía una instalación en funcionamiento, lo que representa no solo una pésima planeación administrativa sino un detrimento patrimonial debido a que no era posible hacer un contrato multimillonario en éstas condiciones.
Lo que se sabe entonces, es que la labor del señor Contralor Alexander Zabaleta parece confirmar lo que se decía cuando se presentó para ostentar el cargo más importante de control fiscal, su acción va más encaminada a proteger y cuidar que no le pase nada a sus compañeros de militancia política frente a los diversos actos de corrupción que se les endilgan que salvaguardar los intereses del colectivo ciudadano samario.
