Luego de 20 años, los franceses salieron a las calles para celebrar el segundo Mundial de Francia
El coliseo del Luzhniki fue el magno escenario donde se disputó la ansiada final el cual los franceses salieron victoriosos
Francia lideró un modo que apuesta más por la firmeza defensiva, por el orden, el equilibrio, el aprovechamiento al máximo del balón parado como lo hizo Kylian Mbappe junto al ‘principito’ Antoine Griezmann, convertido en nuevo rey.
Croacia no decepcionó, ni mucho menos. Jugó sus armas con todo lo que el corazón le dio tras el gran desgaste acumulado, pero un tanto en propia meta y un gol de penalti señalado a través del VAR dinamitaron su moral.
Lo de Francia tiene mucho mérito. Efectivamente aprendió la lección de Portugal. Lo ha demostrado en todo el torneo. Deschamps, que se une al grupo de Mario Zagallo y Franz Beckenbauer como únicos que se han proclamado campeones mundiales como jugadores y entrenadores, ha sabido recomponer la figura de un conjunto armado, un bloque sólido con esas dosis de gran calidad y eficacia que son imprescindibles para hacer algo tan grande como ganar un Mundial.