Por: Redacción Elarticulo.co
Una vez más quedó demostrado el talante agresivo y antidemocrático de la Alcaldía de izquierda que gobierna la ciudad de Santa Marta. En esta oportunidad el señor Roberto Munarriz agredió a la periodista Maria Fernanda Peña Peña, quitandole su herramienta de trabajo porque no le gustó que le hicieran preguntas sobre el porqué el colegio nuevo amenecer con Dios del barrio Timayui II no haya sido entregado después de haber pasado 4 años desde que se adjudicó el contrato a un contratista elegido por el exalcalde Rafael Martínez.
En medio de la protesta que hicieran cientos de estudiantes y padres de familia por la pésima gestión del modelo del “cambio”, el exsecretario y vocero de la Secretaría de Educación de Santa Marta, se salió de sus papeles de educador y demócrata cuando agrede solo por el hecho de ejercer la labor social de periodismo y acompañar a una comunidad que ha sido afectada por la mala calidad educativa que recibe la comunidad del sector.
De forma extraña el representante de la Alcaldesa virna Johnson, no pudo explicar de manera razonable la tardanza en la terminación de la obra, incluso aseguró que lo que había era una bodega de cuatro paredes y que ahora al menos tienen algo a pesar de que el contratista incumplió el contrato. Ahora la administración según el señor Munarriz, inicia otra licitación para darle la ejecución de la obra a otro contratista.
Se ha vuelto costumbre de parte de los funcionarios de la Alcaldía de Santa Marta, atacar y agredir a la prensa cuando se les cuestiona sobre hechos ciertos y denunciados por la propia comunidad y hoy no fue la excepción. La agresión a la periodista Maria Fernanda Peña Peña, quedó registrada en video cuando le hacía varias preguntas, sin embargo la ética mostrada por nuestra corresponsal fue decente ante el comportamiento del señor Roberto Munarriz.
La dirección de elarticulo.co, exigirá a la fundación para la libertad de prensa, un pronunciamiento enérgico frente a los reiterados ataques a los periodistas de este importante medio de comunicación, los cuales también fueron víctima del depredador Rafael Martínez quién con violencia judicial pretende acallar las denuncias que por corrupción se le endilgan.
