Trabajadores de Cardiovida, entre ellos médicos y enfermeras, protestaron en la Gobernación del Magdalena exigiendo el pago de sueldos atrasados. Denuncian que llevan cinco meses sin recibir un peso y acusan a la administración de incumplimientos constantes.
Desde tempranas horas del pasado 2 de septiembre, un grupo de trabajadores de Cardiovida, conformado por médicos, enfermeras, personal administrativo y de servicios generales, se apostó en la entrada de la Gobernación del Magdalena. El motivo: exigir una reunión urgente con el gobernador Rafael Martínez para resolver la crisis de pagos atrasados que enfrentan desde hace cinco meses.
La protesta, liderada por 80 empleados de la unidad cardiológica, se debe a la falta de pago de sus salarios. Según los manifestantes, la gerente designada por el gobernador para el Hospital Julio Méndez Barreneche (HJMB), Nohora Anillo, ha negado sistemáticamente los pagos a Cardiovida, lo que ha resultado en la falta de remuneración para los trabajadores. “Nos dicen que este viernes nos pagan, luego que el siguiente, y así nos han tenido por meses. Es un irrespeto”, afirmó uno de los manifestantes visiblemente molesto.
La situación es crítica para muchos de estos trabajadores, especialmente para las madres cabeza de hogar, quienes han visto cómo sus obligaciones diarias se han convertido en una carga imposible de llevar. “No podemos estar tranquilos si no recibimos remuneración por el trabajo realizado. El Gobernador debe pronunciarse y tomar acciones inmediatas”, expresó otra de las trabajadoras afectadas.
Las denuncias también apuntan a una constante vulneración de derechos laborales por parte de la administración departamental. Los trabajadores de Cardiovida aseguran que han intentado dialogar con las autoridades, pero sus reclamos solo han encontrado promesas incumplidas. Ahora, exigen una solución definitiva para evitar que sus familias sigan sufriendo las consecuencias de esta falta de pago.
