Segundo atentado contra defensora de derechos humanos en Santa Marta despierta alarma

Eylen Lorena Brito, defensora de derechos humanos, fue víctima de un segundo atentado en su vivienda de Santa Marta. A pesar de las amenazas, la UNP no ha fortalecido su esquema de seguridad, lo que pone en riesgo su vida.

En un alarmante incidente ocurrido en Santa Marta, la defensora de derechos humanos Eylen Lorena Brito fue víctima de un atentado sicarial en su residencia ubicada en el barrio El Parque. Brito, reconocida por su activismo en la defensa de los derechos humanos, se encontraba acompañada por su hija cuando hombres armados dispararon en más de cinco ocasiones contra su vivienda. Afortunadamente, tanto ella como su hija resultaron ilesas.

Los atacantes lograron impactar las ventanas y las paredes de la casa, lo que obligó a Brito y a su hija a resguardarse en el baño. Desde allí, pudieron comunicarse con las autoridades, quienes respondieron de inmediato al llamado y llegaron al lugar para iniciar las investigaciones correspondientes. Este hecho ha generado una ola de indignación en la comunidad, especialmente entre organizaciones defensoras de los derechos humanos.

Este es el segundo atentado que Eylen Lorena Brito ha sufrido en menos de un mes. En el primer ataque, ocurrido cuando se encontraba en compañía de su escolta, este último resultó herido. A pesar de las repetidas amenazas en su contra, Brito ha denunciado que la Unidad Nacional de Protección (UNP) no ha tomado medidas adicionales para mejorar su esquema de seguridad, poniendo en riesgo su vida y la de su familia.

La Plataforma de Defensores de Derechos Humanos, Ambientales y Liderazgos de la Sierra Nevada ha emitido un comunicado exigiendo a la UNP una revisión urgente del caso y a las autoridades locales, en especial a la Policía Metropolitana de Santa Marta, que activen mecanismos efectivos para garantizar la protección de la defensora y su familia. Este atentado ha reavivado el debate sobre la protección de los líderes sociales en Colombia, quienes enfrentan un riesgo constante por su labor.

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