“Se les cayó la estantería”

“Quisiera ver cuáles son las propuestas de los que a diario se rasgaban las vestiduras por defender el Páramo, ahora que hay que defender y apoyar a las familias campesinas, quisiera ver qué van a hacer, luego de que se les murió el caballito de batalla”.   

Emiro J. Castro Meza.

Satanizar por satanizar cualquier actividad que se haga en el Páramo de Santurbán, para tener un discurso político que puedan vender y que les de réditos electorales, esa ha sido la estrategia de algunos por muchos años en Bucaramanga y les ha funcionado muy bien. Pero, ¿qué harán ahora que se les cayó la estantería por la decisión de la ANLA de archivar el proceso de licenciamiento, basado en un análisis técnico y no politiquero sobre los 107 requerimientos al Estudio de Impacto Ambiental, que había presentado Minesa en 2019?

Desde 2015 esta empresa ha tratado que la Autoridad Ambiental le otorgue una licencia ambiental para desarrollar un proyecto de mega minería cerca al páramo de Santurbán en el proyecto Soto Norte. Pero esto no quiere decir que en esa zona no se realice minería, al contrario, campesinos de la región llevan más de 450 años haciendo minería, en la mayoría de los casos con técnicas ancestrales y responsable, en muchos otros de forma peligrosa y con un grave impacto ambiental.

Pero la pelea sin fin entre los ambientalistas, políticos, gobierno y sector minero, ha recibido un impulso adicional, de los que bajo una simbiosis de política ambientalista-electoral ondean las banderas de la defensa del Páramo, estigmatizando a todo quien tenga algún tipo de interés de explotación en esa zona, aún cuando su tradición cultural y económica sea esa. Fruto de esa politización de la defensa de Santurbán, en 2014 el gobierno Santos a través de su ministro Gabriel Vallejo, realizó una delimitación en el Páramo que afectó los proyectos de explotación de oro de dos de las tres empresas que tenían intereses en Santurbán. AUX podría seguir con su proyecto en las colinas de Santander, pero Leyhat Colombia y Eco Oro no podrían hacerlo, pero no solo estas empresas fueron afectadas.

Con la prohibición que hicieron en la delimitación, en la que incluyeron a 20 municipios de Santander y 10 de Norte de Santander, se prohibió no solo la explotación de minerales de hidrocarburos, sino cualquier actividad de tipo agropecuario en esa zona.  En esa consideración extensiva, se evidencian las consecuencias que trae a más de 50 mil familias que viven en los páramos, algo que no pueden desconocer los intervencionistas que pretenden pasar por algo que, aunque no puede haber mega minería en esos ecosistemas, si viven allí miles de colombianos que se quedaron sin sustento y a los que ni ellos ni nadie les ofrecen una solución.

Si bien, estoy completamente de acuerdo en que se haya archivado el proceso de licencia, que debió negarse de lleno y no darle posibilidades de volver a presentar dicha solicitud a una empresa que no ha sido capaz en cinco años de hacerlo bien. La discusión ahora debe enfocarse en qué le vamos a ofrecer a esos campesinos, a los mineros artesanales, a todas esas poblaciones que en función de un interés general como lo es el agua, le estamos quitando el derecho al uso y explotación de su tierra.

Quienes hoy gritan y celebran la decisión de la ANLA de archivar la solicitud de la licencia ambiental, deberían también estar pensando en los pobladores de Soto Norte a quienes se les ha prohibido ejercer su actividad ancestral de más de cuatro siglos, pero que además también se les prohibió realizar cualquier tipo de actividad agrícola, se les negó cualquier posibilidad económica y de trabajo en sus tierras, porque más allá de cualquier consideración son esos campesinos quienes han defendido, cuidado, explotado y trabajado esa tierra, y no los ambientalistas de la política que desde cómodos cafés de Bucaramanga pretenden enseñarles ahora como deben vivir.

Sin embargo, ese debate no será televisado, porque eso no da votos y para estos “defensores” lo que no da votos no es relevante. Quisiera ver cuáles son las propuestas de los que a diario se rasgaban las vestiduras por defender el Páramo, ahora que hay que defender y apoyar a las familias campesinas, quisiera ver cuál es el discurso luego de que se les murió el caballito de batalla. 

Quizás si suceda porque se acercan las campañas de congreso, pero ¿lo harán con la misma fuerza?, ¿Cuáles serán las propuestas?, ¿será que si tienen otros temas con los cuales empujar una campaña? O quizá para ellos Minesa y la mega minería eran el único enemigo visible y ya no tendrán discursos que armar porque simplemente se les cayó la estantería.

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