Santa Marta, una ciudad vialmente estrangulada

Los samarios no soportan un cierre vial más.

Las obras inconclusas sobre las vías principales de la ciudad como la intervención en calle 22 entre Avenida del Ferrocarril y carrera 5; la de la Avenida del Ferrocarril con carrera 1; las intervenciones sobre la carrera 19; sobre la prolongación de la Avenida del Libertador hasta la Troncal del Caribe y sobre el Puente del Mayor, tienen colapsada la ya deficiente movilidad de la ciudad y desesperados a todos los conductores de servicio público y particulares.

Los trancones y traumatismos vehiculares que ha generado tal situación se han vuelto paisaje gracias a la desarticulación entre las diferentes entidades e instancias del gobierno distrital que tienen incidencia tanto en la infraestructura como en la movilidad de la urbe, esto es, entre el SETP (Sistema Estratégico de Transporte Público) y la Secretaría de Movilidad.

Finalmente, como si la infortunada concomitancia entre las obras inconclusas (calle 22-Avenida del Ferrocarril con carrera.1) con las que recientemente iniciaron por falta de planificación asertiva no fuera suficiente; existe un problema de fondo que ha sido ignorado por los dos últimos gobiernos y es el déficit de infraestructura vial de Santa Marta.

La ciudad no solo necesita optimización de las viejas vías de siempre, a la ciudad le urgen nuevos ejes viales que la conecten eficientemente de extremo a extremo y que pongan fin al estrangulamiento vial al que se llegó, asegura uno de los conductores que además se queja del tiempo que le toma trasladarse de la casa al trabajo, casi hora y media, cuando anteriormente lo hacía en 15 o 20 minutos.

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