San Juan Nepomuceno y San Jacinto, pilotos del Plan de rehabilitación psicosocial

 En el marco de lo definido en el punto 5 del Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, se estableció la necesidad de crear e implementar el ‘Plan de Rehabilitación Psicosocial Para la Convivencia y la No Repetición’, con el fin de robustecer las estrategias de recuperación comunitaria para el fortalecimiento y reconstrucción del tejido social

Para lograrlo, el Ministerio de Salud y Protección Social, con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones y Heartland Alliance International, diseñó la estrategia y se implementó un pilotaje en San Juan Nepomuceno y San Jacinto, municipios del departamento de Bolívar.

“En estos municipios, con la facilitación de un equipo de profesionales y un gestor comunitario, se construyeron con seis grupos sociales diferenciados, horizontes de transformación del sufrimiento social generado por los hechos vividos en el marco del conflicto armado, con base en las capacidades propias de las comunidades”, indicó Alejandro Cepeda, jefe de la Oficina de Promoción Social de la cartera de Salud.

La puesta en marcha se dio en diciembre de 2020 y actualmente se encuentra en proceso de finalización. Durante los once meses, se implementaron seis fases metodológicas: 1. Alistamiento institucional, 2. Conformación de los equipos de acción comunitaria, 3. Caracterización social participativa, 4. Diseño participativo de mapas para hacer camino, 5. Implementación de los mapas comunitarios para hacer camino, y 6. Cierre.

Los grupos sociales diferenciados en los municipios de los Montes de María, que participaron de forma permanente en las etapas del Plan, hicieron una muestra de cierre para toda la comunidad en el que se evidenció cómo a partir del proceso vivido en la estrategia y apoyados en sus costumbres, tradiciones y cultura, definieron el mensaje que quieren transmitir a su municipio.

“En San Jacinto el mensaje fue de inclusión, respeto por los derechos humanos, reconocimiento del otro desde su ser y su hacer como campesino, artesano, tejedora o como pertenecientes a la comunidad LGBTI, que además son estilistas, ebanistas, albañiles o empleados”, explicó Cepeda.

Mientras que, “en San Juan Nepomuceno los mensajes giraron en torno a la convivencia, que parte de reconocer al otro desde su diferencia, al reconocimiento como sobrevivientes con capacidades y saberes que les permiten continuar, y a la resiliencia ambiental y emocional”, agregó.

La participación de niños, niñas y adolescentes estuvo marcada en cada uno de los grupos con los cuales se desarrolló este proceso, lo que propició un diálogo intergeneracional y facilitó el compartir de experiencias e historias y el reconocimiento del saber de todos y todas en el espacio.

El Plan implementado por el Ministerio, de acuerdo con el documento firmado en 2016 y que este año cumple un lustro, busca generar proyectos de vida futuros en común, fortalecer la confianza entre los ciudadanos y en las instituciones, y lograr una convivencia pacífica con el restablecimiento de las relaciones de confianza entre las autoridades y las comunidades; así como promover la convivencia al interior de las poblaciones, incluidas las víctimas, exintegrantes de organizaciones paramilitares, integrantes de las FARC-EP en proceso de reincorporación a la vida civil y, también, de terceros que hayan podido tener alguna participación en el conflicto.

“Con este pilotaje y la sistematización de la experiencia se ajustará la estrategia, tanto a nivel metodológico, como operativo, para empezar su implementación en otros municipios en los cuales es fundamental realizar procesos de reconstrucción de la convivencia entre quienes hicieron parte del conflicto armado y la sociedad civil que fue afectada por esa confrontación”, concluyó el funcionario.

Se proyecta para las vigencias 2021-2022 la implementación del Plan en los municipios de Pradera (Valle del Cauca), San Onofre y Tolú Viejo (Sucre), Valdivia y Cáceres (Antioquia). De esta forma el Ministerio de Salud y Protección Social continúa el fortalecimiento de los procesos comunitarios para la paz.

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