#SÁBADODESALUDEA: La importancia de cuidar la salud mental de los trabajadores durante la pandemia

Cientos de colaboradores están laborando hoy desde casa. Se levantan, encienden su computador, revisan los correos pendientes y se disponen a trabajar, y así ha sido durante más de un año desde la llegada de la pandemia.

Por: Redacción ElArtículo.co

La actual crisis sanitaria ha puesto en riesgo no solo la vida de las personas, sino también su salud mental. En este contexto, una de las prioridades para las empresas debe ser preservar la salud y el bienestar psicológico de sus trabajadores y trabajadoras: de los que siguen activos y de los que teletrabajan.

Hace ya tiempo que la Organización Mundial de la Salud, OMS, viene advirtiendo que los trastornos de la salud mental, como la depresión o la ansiedad, son problemas habituales que tienen un gran impacto en el absentismo y la productividad. De hecho, antes de la pandemia, más de 300 millones de personas sufrían depresión, una enfermedad que es actualmente la principal causa de discapacidad en el mundo.

En Colombia, la modalidad de teletrabajo no era ampliamente reconocida, por lo que la transición fue más difícil tanto para las empresas como para sus colaboradores. Las largas jornadas, la ausencia de límites entre la vida personal y laboral, la monotonía del espacio, las altas exigencias y otros factores han incidido sobre todo en la salud mental de los empleados.

Preocupaciones distintas según las circunstancias

Este malestar emocional no es en absoluto infundado. La actual crisis ha impactado de lleno en las condiciones laborales de muchos trabajadores y sus preocupaciones son un reflejo de sus circunstancias. En casi todas las empresas podemos encontrar trabajadores en primera línea que deben seguir acudiendo a trabajar a pesar del riesgo de contagio, empleados que de un día para otro han tenido que aprender a teletrabajar a tiempo completo o trabajadores que, sin quererlo, se han encontrado ante una suspensión temporal de empleo.

Trabajadores en primera línea

Los empleados que siguen acudiendo a sus puestos de trabajo, y especialmente aquellos que lo hacen en servicios esenciales como la sanidad o la alimentación, sienten una gran preocupación por la probabilidad de contagiarse del virus y, por ende, contagiar a su familia.

Teletrabajadores

El 30% de los trabajadores ha podido acogerse al teletrabajo como medida de distanciamiento social. Este porcentaje es mucho mayor en ocupaciones no manuales – directivos, gerentes, profesionales liberales o técnicos, frente a ocupaciones manuales como la industria, la construcción o la hostelería.

Para este colectivo, las principales preocupaciones giran en torno al aislamiento social, los límites difusos entre la vida laboral y doméstica, el uso intensivo de las tecnologías de la información y el miedo a volver al trabajo presencial y, con ello, exponerse al virus y a las rutinas anteriores a la pandemia.

Trabajadores en situación de suspensión temporal de empleo

Los trabajadores afectados por ERTE son, por desgracia, otro colectivo importante en el panorama actual de muchas empresas.

Como es obvio, el estrés en estos trabajadores gira en torno a la estabilidad en su empleo. La falta de una ocupación suele ir aparejada a la pérdida de rutinas y propósitos, y a la adopción de hábitos de vida menos saludables. La tentación de culpabilizarse por la falta de empleo, junto con los problemas económicos y el miedo a perder definitivamente su trabajo, son los principales aspectos que generan preocupación, baja autoestima y problemas de salud mental.

El retorno al trabajo es también motivo de preocupación para este colectivo. Aunque probablemente para la mayoría sea un alivio, una luz al final del túnel, pueden aparecer dudas: cuándo se les va a reactivar, a quién van a reactivar primero, por qué a unos sí y a otros no, etc. Todo ello puede ser, sin duda, motivo de tensión y conflicto en la empresa.

Apoyar el bienestar de los empleados durante la pandemia

En este contexto, las empresas deben hacer de la salud y el bienestar emocional de sus empleados una prioridad, y cualquier plan de salud mental que elaboren deberá adaptarse a las circunstancias y necesidades de sus empleados.

Mantener la comunicación

Es clave mantener los canales de comunicación de la compañía activos, de tal forma que los colaboradores se sientan acompañados. Ahora, no se trata de que las comunicaciones se conviertan en el medio de control de las actividades o se centren en el temor por no lograr los objetivos trazados; por el contrario, deben fomentar un espacio de trabajo agradable y de retroalimentación constante.

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