Por: JOSE ANGEL ACOSTA CUELLO INSTAGRAM: JOSEANGELACOSTACUELLO TWITTER: @ACJOSEANGEL
Colombia vive una eventualidad de ciclos de protestas, protagonizadas sobre todo por jóvenes urbanos y manifestantes sedientos de un cambio. Aunque es prematuro para pronunciarse sobre los cambios y continuidades, una izquierda casi inexistente y una derecha casi contra las cuerdas y un pueblo sin Dios ni ley. como dicen muchos compatriotas, vivimos un momento histórico, el paro “por la vida y la paz” convocado principalmente por las centrales obreras, simpatizantes y representantes estudiantiles paralizaron casi todas las ciudades colombianas, que son muchas en un país de mas de 50 millones de habitantes.
Para ser más preciso, en la historia de Colombia, La última vez que se vio una manifestación urbana como la que se vive actualmente; fue la del “paro cívico del año 1977”, después de la guerra fría, fue en contra del gobierno de Alfonso López Michelsen entre el 14 y 15 de septiembre de 1977. Como resultado de esta manifestación perdieron la vida 33 personas, más de 30 mil heridos y miles de detenidos.
De este modo, como ya ha sucedido en otras ocasiones, las protestas sociales desarrolladas en Colombia han derivado una conflictividad que lejos de cualquier atisbo negociador ha sido reprimida por la fuerza pública, dejando un saldo muy significativo en nuestra sociedad. A pesar del énfasis que la ONU ha manifestado la necesidad de formalizar avances y buscar intercambios cooperativos que apacigüen el malestar de los actores del paro lo cierto es que cualquier avance de dialogo requiere compromiso más que negociación por parte y parte.
Pero quiero ser mas propositivo. Mi fe así me lo dice y Dios lo que permite dejar salir a la luz es porque lo va a remediar, mas temprano que tarde lo hará, así quiero que lo reciban… mientras que colombianos luchan por un cambio, un nuevo aire, una nueva vida en nuestro país. Nos hemos olvidado de que un pueblo sin ley no hay libertad y sin Dios no hay salida.
Continuara…
