Redacción: ElArtículo.co
El día de ayer el expresidente Álvaro Uribe Vélez, reveló una información detallada que le fue entregada por fuentes fidedignas en la que se comprueba las visitas que habría sostenido el senador Gustavo Petro con el jefe máximo de los paramilitares en Colombia.
Al parecer fueron al menos tres reuniones las que sostuvo Gustavo Petro con Carlos Castaño y en ellas habían estado presente funcionarios públicos que también aseguraron que el diálogo si se realizó.
Tras las revelaciones conocidas, el senador Gustavo Petro, salió raudo a “desmentir” lo que se estaba ventilando públicamente, sin embargo su defensa se basó en que sí hubo reunión con el paramilitar Carlos Castaño pero sólo fue para que se le respetara su vida y se salvó de “chiripa”.
La anterior afirmación de Gustavo Petro se opone a sus constantes discursos sobre el comportamiento sanguinario de Carlos Castaño y el avance del movimiento de la “refundación” de Colombia propiciada por la AUC en distintas regiones del país, pero lo más llamativo es que quién era el mayor contradictor en este caso Petro, le fuera respetada la vida para que después en medio de los debates en el congreso, hablara de las masacres hechas por los paramilitares en cabeza de los hermanos Castaño y otros líderes de las AUC.
Las explicaciones del senador Gustavo Petro, han dejado más dudas que verdades pero en todo caso deberá explicar a la comunidad colombiana porqué ocultó su cita con el jefe paramilitar y otras que según varias versiones que ruedan en las redes sociales habría sostenido en zonas rurales de influencia de las AUC.
