Redacción: Camila Mendoza X: @camilala_mdz
La industria lechera busca reducir aún más el precio que paga a los productores, generando alarma en el sector. A pesar de la caída del 16% en los últimos 15 meses, se espera una reducción adicional del 28%, afectando a los ganaderos y aumentando los inventarios, mientras el precio al consumidor sigue subiendo.
El sector lechero colombiano está en crisis. A pesar de que el precio del litro de leche al productor ha caído un 16% en los últimos 15 meses, la industria procesadora tiene la intención de reducirlo aún más, proponiendo un alarmante recorte del 28%. Esto significaría que los ganaderos recibirían apenas $1.348 por litro, sin bonificaciones. Esta drástica medida ha sido revelada por Oscar Cubillos en su reciente columna de opinión titulada “En río revuelto ganancia de pescadores”.
Cubillos, economista y jefe de Estudios Económicos de Fedegán, expone que la industria busca aplicar un esquema de precios internos basados en el mercado internacional, una fórmula inicialmente diseñada para las regiones ZOMAC con la promesa de fomentar exportaciones lecheras. Ahora, la industria quiere extender esta fórmula a todo el país, lo que ha encendido las alarmas entre los productores locales.
La crisis del sector lechero se debe a tres factores principales: una caída en el consumo, altos inventarios y crecientes importaciones. “A pesar de la crisis, el precio al consumidor sigue subiendo. Esto muestra que la industria, los verdaderos pescadores en río revuelto, se beneficia mientras los productores sufren”, enfatizó Cubillos.
Inventarios del 169 %: Un Juego de Poder
La industria lechera ha acumulado inventarios masivos en previsión de un agresivo fenómeno de El Niño, registrando un aumento del 169% en sus existencias de leche en polvo en diciembre de 2023 en comparación con el año anterior. Aunque el clima se normalizó y la producción de leche aumentó un 7,3% en el primer trimestre de 2024, los inventarios siguen altos.
Cubillos explicó que mantener altos inventarios es una estrategia de la industria para negociar precios más bajos con los ganaderos. “Mientras la producción sigue en alza con la llegada del fenómeno de La Niña en agosto, la industria retiene inventarios elevados para presionar a los productores a aceptar precios irrisorios, en algunos casos por debajo de $900 por litro”, agregó.
Impacto en los Productores y Consumidores
El impacto de estas prácticas es devastador para los ganaderos, que ven sus ingresos desplomarse mientras la industria maximiza sus márgenes. “El precio al consumidor sigue altísimo, matando el consumo de leche, que ha caído un 11% en los últimos dos años y medio”, concluyó Cubillos.
