Más de 44 mil niños dejaron las clases por conflicto armado

Más de 44.829 estudiantes y 2.285 profesores colombianos se vieron obligados a suspender clases en el primer semestre del año por enfrentamientos entre grupos armados ilegales en la región del Catatumbo, denunció el Consejo Noruego para los Refugiados

Según informó la ONG en un comunicado, unos 80 colegios del Catatumbo, región selvática y fronteriza con Venezuela, tuvieron que suspender las clases de forma temporal por “temor a la violencia”, mientras que la infraestructura de la escuela “La Pacheca” resultó afectada por un ataque armado.

“Este ataque brutal contra lo que se supone es un espacio seguro para que los menores de edad aprendan, crezcan y jueguen es una grave violación de los derechos del niño. Poner fin a estos ataques debe ser una prioridad para el Gobierno”, afirmó el director del NRC en Colombia, Christian Visnes, citado en la información.

Según las autoridades locales, los enfrentamientos del primer semestre en el Catatumbo, que dejaron un número indeterminado de muertos, fueron por disputas territoriales entre el ELN y el EPL, que es considerado por el Gobierno una banda narcotraficante.

Por otra parte, la organización agregó que estos niños que no asisten a clases están “más expuestos” al reclutamiento forzoso por parte de grupos armados, así como a convertirse en “víctimas del trabajo y abuso infantil”.

Desde enero pasado, han sido reportadas, según el NRC, 26 minas terrestres y restos explosivos cerca de las aulas escolares, que obligaron a suspender clases a 3.459 estudiantes.

Ante esta situación, el Consejo Noruego para los Refugiados instó al Gobierno a respaldar la Declaración sobre Escuelas Seguras del 2015, promovida por la Unesco y firmada por 75 países que se comprometieron a proteger a los estudiantes y docentes de los ataques en conflictos armados.

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