Por: Tata Sánchez Oviedo
Este segundo informe da cuenta del verdadero compromiso que ha adquirido por los años de gobierno la mandataria Rosa Cotes en donde se protegen los derechos de todos los niños y las niñas que acuden a las instituciones educativas y que pertenecen a la población indígena Arhuaca.
El Programa de Alimentación Escolar, cumpliendo con el enfoque étnico y diferencial, distribuye alimentación en sectores que agremian las poblaciones indígenas en donde se han beneficiando a cerca de 1.200 estudiantes con Suplemento AM y almuerzos diarios durante el calendario escolar cafetero.
En total fueron 26 sedes de dos instituciones educativas de la población indígena Arhuaca, ubicada en la cuenca del Río Aracataca y Fundación.
Rogelio Mejía Izquierdo, es el líder Arhuaco encargado de la adecuada distribución de los recursos que son entregados para el mejoramiento de la alimentación de los niños de esta población.
El PAE del Magdalena realmente cumple a cabalidad con con el término incluyente puesto que tiene en cuenta, las costumbres ancestrales de esta comunidad, sus hábitos alimenticios y su modo de preparar los alimentos para la puesta en práctica en la entrega de estos, para el consumo de todos los estudiantes indígenas.
En el resguardo indígena Gúnmaku, cuya institución educativa atiende una población cercana a los 300 estudiantes, en su mayoría indígenas, también brinda este beneficio a campesinos de veredas y caseríos cercanos, quienes reciben educación, se les hace la respectiva entrega de, un complemento alimenticio y su almuerzo diario.
Gunnawi Mejía, una odontóloga de profesión perteneciente a esta comunidad, es la encargada de coordinar la ejecución del Programa de Alimentación Escolar. Ella guió el recorrido para dar cuenta de cómo es el almacenamiento de los alimentos y de que están compuestos, respetando por supuesto todos los protocolos tradicionales que deben realizare al momento de realizar la visita. Cuenta Gunnawi, que ha sido una gran experiencia poder administrar su propio PAE, puesto que les ha permitido conservar sus costumbres en todos los procesos de la cadena alimenticia.
La preparación de los alimentos, se realiza de manera rudimentaria, las manipuladoras son mujeres miembros de la misma comunidad seleccionadas y capacitadas con los protocolos mínimos, ellas visten sus atuendos típicos, usan zapatos y el cabello recogido como medidas de protocolo. La cocina es en leña y en su mayoría los alimentos son cultivados por la misma comunidad a quienes se les compran lo cultivado en sus huertas caseras y en la misma institución los jóvenes cultivan sus propias verduras, legumbres y hortalizas. Mientras tanto las proteínas como la carne, el pollo y los huevos son traídos de ciudades cercanas.
Rector de la Institución Educativa Gúnmaku
Onasis Izquierdo, rector de la institución educativa exaltó la cobertura del 100%, llevando el programa hasta sedes de esta institución ubicadas en la parte alta de la Sierra Nevada.
“La institución educativa de Gúnmaku , atiende seis sedes ubicadas hasta a tres y cuatro días de distancia, hasta donde llega este PAE, brindando una porción de alimento acorde a las costumbres ancestrales de los indígenas permitiéndoles tener una mayor resistencia a los niños para sus desplazamientos dadas las condiciones del terreno” manifestó Izquierdo.
Por su parte, Carlos Payares Rodríguez, jefe de la Oficina de Programas de Alimentación de la Gobernación del Magdalena, señaló que este programa tiene tres componentes contractuales, dos de ellos cubren el 100% de las comunidades indígenas, no sólo Arhuaca, sino también beneficia a la comunidad Chimila asentada en el resguardo Issa Oristuna en el municipio de Sábanas de San Ángel.
Luego de un recorrido por la comunidad indígena, llegó la hora del almuerzo y se pudo evidenciar la cara de los niños por saber que van a disfrutar de un almuerzo.
Por medio de las manifestaciones de los docentes de esta institución fue posible analizar las ventajas que ha traído el PEA a este comunidad, mejorando en un 100% el rendimiento académico de los estudiantes y a la vez alejándolos de los indices de desnutrición que algunos padecían. Al finalizar del recorrido se sintió el agradecimiento, la amabilidad y la hospitalidad de las comunidades indígenas del departamento y con la convicción de que el PAE Magdalena, impacta positivamente en la vida de estas poblaciones respetando sus costumbres y actividades tradicionales pero que contribuye a su calidad de vida suministrándole una alimentación diaria.
