Los del Comité del Paro y su sueño legislativo

Por: Demar Córdoba

Como lo anunciaron al indicar que cambiarían de estrategia, los del Comité del Paro, promotores de las marchas y revueltas desde el 28 de abril, sobre lo que decidieron no asumir en responsabilidad, ayer como lo habían anunciado, presentaron con el apoyo de los partidos de izquierda, un paquete de Proyectos de Ley.

El Comité del Paro, con el respaldo de alrededor de 50 congresistas entre los que se cuenta con Iván Cepeda, Antonio Sanguino, Jorge Robledo, Omar Restrepo, que representan los partidos Polo Democrático, Alianza Verde, FARC o Comunes, partido Liberal y la U, radicaron los proyectos de Ley que según ellos, materializa sus exigencias.

Como si representaran en realidad a toda la ciudadanía, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés, dijo: “Esperamos que el Congreso sea responsable con las necesidades del pueblo colombiano, frente a la difícil situación de pobreza, quiebre de empresas y de gran deserción escolar que se ha presentado en el país por la pandemia”.

El primer proyecto es el de renta básica de emergencia de un salario mínimo mensual legal vigente por 12 meses para 7,5 millones de hogares que se encuentran en la pobreza. Claramente sobre este asunto, los del paro no explican de donde saldrán los billones de pesos que costará esta iniciativa, en momentos en que el país tiene un déficit fiscal que está llegando a los 93 billones de pesos.

La segunda iniciativa tiene que ver con la protesta pacífica. “En el proyecto se encuentran reflejados buena parte de las recomendaciones de la CIDH en su reciente informe sobre Colombia y los elementos planteados por la Corte Suprema de Justicia”, advirtió el Comité. Con este proyecto se desconoce abiertamente la garantía de la manifestación pacífica de la que habla la Constitución Política y los tratados internacionales.

En un tercer proyecto piden derogar de manera definitiva el decreto 1174 para que “se deje de aplicar de manera perjudicial a los trabajadores que perciben menos de un salario mínimo legal y se han visto obligados a salirse de fondos pensionales para pasar a fondo de ahorros y del régimen contributivo de salud para el subsidiado”.

Sobre la matrícula cero, es decir, que el Gobierno garantice la gratuidad universal de la educación superior en todo el país para acceder a los programas de pregrado y posgrado. Nuevamente sin indicar de dónde saldrá el dinero para poder ofrecer educación como ellos lo dicen gratis, como si eso existiera.

Otro proyecto presentado por los del Comité, busca ampliar la generación de apoyos en subsidio y créditos también para las microempresas, así como ampliar y crear diversas medidas para la reactivación de las MiPymes en el país.¿Entenderán estos señores que con su paro llevaron a la quiebra a cientos de empresas que no pudieron abrir en la reactivación económica por los problemas de orden público?

Uno de los proyectos radicados busca fortalecer e incentivar la participación política de la juventud mediante la modificación de la ley 1622 de 2013 que creó el Estatuto de juventud. Para ello el proyecto robustece la figura de los Consejos de Juventud otorgándoles un carácter vinculante en relación con las políticas de juventud y otorga incentivos a la participación política de la juventud. Obviamente creerán que aquellos que solo tienen como argumento la violencia contra el Estado, podrán contribuir en algo por el país.

Insistiendo en ideas que ya habían manifestado desde la Habana los de las FARC, buscan una reforma a la Policía, pretendiendo establecer lineamientos en el uso de la fuerza, parámetros de identificación, fortaleciendo la participación ciudadana y la veeduría sobre la misma.

Una de las iniciativas busca el fortalecimiento e integración de las entidades nacionales encargadas de generar las acciones de promoción, prevención y capacitación para luchar contra las violencias basadas en el género; claro esto con recursos que tampoco dicen de dónde saldrán.

Definitivamente estos señores del Comité del Paro, que no representan un amplio sector como los de Primera Línea, pretenden convertir sus deseos en derechos, todo son peticiones, pero jamás logran explicar que para que lo que quieren sea realidad se necesitan recursos en un país que no los tiene, entre otras cosas porque el paro se convirtió en sinónimo de hambre y muerte.

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