Lo bueno que dejó el 2017 en el mundo

Guerras, sequías, terremotos, huracanes… el año 2017 ha dejado muerte y desolación a su paso, así como una cifra récord de personas que han tenido que abandonar sus hogares por distintos motivos. Pero también ha habido buenas noticias que hay que.

Para Plan International y World Vision, ONG ambas centradas en la protección de la infancia, sin duda la buena noticia del año ha sido la aprobación de leyes en 5 países para la prohibición del matrimonio infantil: Guatemala, El Salvador, Honduras, Malaui y Trinidad y Tobago.Desde ONU Mujeres resaltan igualmente los “pasos históricos” dados por estos países para acabar con el matrimonio infantil, así como el hecho de que Túnez, Líbano y Jordania hayan abolido las leyes que permitían a los violadores evitar ser castigados si se casaban con sus víctimas.

Para Médicos Sin Fronteras (MSF), la buena noticia de 2017 ha sido el ensayo con éxito de una nueva vacuna contra el rotavirus en Níger, algo particularmente relevante dado que la diarrea es la segunda causa de mortalidad entre niños y bebés. Esta vacuna podría llegar a salvar las vidas de 1.300 niños al día, destaca la ONG.

Desde el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) celebran el que gracias a la mejora de la seguridad, miles de niños han podido regresar a la escuela a lo largo de 2017 en distintas partes de Irak, como Mosul y sus alrededores, y Siria, incluida la ciudad de Alepo, la segunda del país.

Para Amnistía Internacional, dos de las mejores noticias de 2017 tienen que ver con históricos fallos judiciales. El primero de ellos se produjo el 22 de noviembre, cuando el ex comandante serbobosnio Ratko Mladic fue condenado a cadena perpetua por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Entre otras cosas, se le acusó de genocidio por la matanza de bosníacos en Srebrenica.

Una semana después, la Justicia argentina condenó a cadena perpetua a 29 represores, incluido Alfredo Astiz, por los delitos de lesa humanidad cometidos en el centro de detención clandestino ESMA durante la última dictadura (1976-1983) y por arrojar vivos al mar a los prisioneros en los conocidos como “vuelos de la muerte”.

En opinión del director ejecutivo de Human Rights Watch (HRW), Kenneth Roth, la buena noticia que deja 2017 es la “resistencia” que se ha opuesto a la emergencia del populismo, que después de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos parecía que era imparable.

El nuevo presidente estadounidense “era el paradigma” pero es un fenómeno que también se ha visto en Francia con Marine Le Pen y el Frente Nacional, en Reino Unido con el Brexit o en Polonia y Hungría con sus respectivos gobiernos, subraya Roth.

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