Leonardo Campo es ejemplo de perserverancia y superación, a sus 55 años llega a la Unimagdalena a estudiar

Vivir una nueva etapa académica después de los 50 años es, sin duda, una decisión valiente y desafiante. Esta es la historia de Leonardo Campo Medina, uno de los 1.961 estudiantes nuevos que inician su formación académica en la Alma Mater para el periodo 2024-I.

Se distingue entre sus compañeros de clase por su edad, aunque tiene todas las ganas y los nervios de cualquier ‘primíparo’. Ávido de conocimiento, pero con una amplia experiencia de vida a sus 55 años, Leonardo Campo Medina llegó a la Universidad del Magdalena para formarse como uno de los primeros profesionales del nuevo Programa Académico Ingeniería Marino-Costera.

Es uno de los 1.961 estudiantes nuevos que comienzan su formación en la Alma Mater para este 2024-I y enmarca la frase que “no hay edad para aprender”, algo que tienen muy presente sus tres hijos, quienes lo impulsaron a tomar la valiente decisión de ser profesional y dar ejemplo de superación.

“Cuando la Universidad abrió este programa de Ingeniería Marino Costera, mis hijos me inscribieron y creyeron que debía estudiar luego de tener 25 años de experiencia en el mar. Vengo con toda la motivación de graduarme como ingeniero”, manifiesta.  

Después de capacitarse en el Centro Internacional, Náutico, Fluvial y Portuario del SENA en Cartagena y laborar mucho tiempo en el área marina de una empresa dedicada a la explotación de carbón, su vida dio un giro al quedar desempleado y recurrió a trabajar en otros oficios como el mototaxismo. Sin embargo, siguió esforzándose para que su hijo mayor Jean Franco se convirtiera en Antropólogo de esta Casa de Estudios Superiores y su hija Anyela Mariana, ad portas de graduarse, se encuentre realizando sus prácticas profesionales en el Programa de Negocios Internacionales.  

“Si se puede estudiar, no importa la edad, en una Universidad como ésta que le da la oportunidad a personas como yo que no tenemos grandes recursos, hacer profesionales a sus hijos y darle un mejor futuro a la familia”, afirma. 

Con determinación, Leonardo llegó en su primer día al campus universitario, recibió el saludo del Rector Pablo Vera Salazar y se dirigió rumbo a su clase de Inglés General. A pesar de los desafíos que va enfrentar, espera adaptarse a esta nueva experiencia y al mismo tiempo, responder a sus responsabilidades familiares.

Considera que a su edad entrar a la Universidad, tiene más ventajas que desventajas. Su experiencia y ver a sus hijos formarse en la educación superior, le ha enseñado que para salir adelante se debe tener puntualidad, organización y dedicación para el estudio.

Decidido a alcanzar su objetivo en esta etapa de su vida que comienza, cree que sus años vividos le permite dar un mensaje a aquellos que comienzan a estudiar: “Que la edad ni la situación económica, sea una excusa para no estudiar, aprovechemos que esta Universidad brinda oportunidades, hay que asumir el reto y demostrar que sí se puede tener una mejor sociedad”, dijo.

Este samario, uno de los universitarios con mayor edad, hace parte de los 400 estudiantes que han obtenido cupos especiales para ingresar a UNIMAGDALENA al ser miembro de la comunidad afro, algo que le dio la oportunidad de recibir una beca del 90% de la matrícula y que ratifica el compromiso de esta Institución en ser una ‘Universidad Aún más Incluyente e Innovadora’.

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