La queja de Lafaurie al gobierno: en “Niños” anteriores tuvimos bodegas para distribuir suplementos gratuitos o subsidiados; menos cuento y más hechos

El presidente ejecutivo de Fedegán manifestó que hoy, en el altiplano cundiboyacense, minifundista, lechero y reseco, “un bulto de silo de maíz supera los $20.000, y el campesino, enfrentado a perder sus animales y su ingreso, debe elegir entre alimentarlos o alimentar a su familia”.

“Con ocho meses de anticipación, el IDEAM encendió las alarmas sobre la sequía que llegaría como consecuencia del fenómeno de El Niño, pero no hubo acciones de prevención, ni las hay para auxiliar a los afectados”.

De esta manera, José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), manifestó en su columna semanal su inconformidad con el gobierno por su exceso de anuncios, pero deficitaria puesta en marcha de iniciativas para apoyar a los productores del campo en estos momentos de crisis por la fuerte sequía en buena parte del país y las heladas en otros.

El dirigente gremial recordó que “hoy, en el altiplano cundiboyacense, minifundista, lechero y reseco, un bulto de silo de maíz supera los $20.000, y el campesino, enfrentado a perder sus animales y su ingreso, debe elegir entre alimentarlos o alimentar a su familia”.

Además, expresó que el riesgo es muy alto. “Nuestra biodiversidad y nuestra vocación agropecuaria, dos riquezas que podrían representar el salto al desarrollo, se destruyen mientras debatimos quién tiene la culpa o no la tiene, qué hubiéramos debido hacer y no hicimos. Están en riesgo el sector agropecuario, la seguridad alimentaria y las ya difíciles condiciones de la vida rural”, dijo.

Menos anuncios y más hechos concretos

La crítica de Lafaurie se centra en que el gobierno nacional hace muchos anuncios y ejecuta muy poco. Por eso, manifestó en su escrito que “hacer” debe ser la consigna y buena parte de las soluciones están en la naturaleza.

“Si la principal causa del cambio climático es el dióxido de carbono en la atmósfera, tan importante como disminuir su emisión con la transición energética, es potenciar su absorción con las aspiradoras naturales de carbono. Entonces, ¿por qué no avanzar en la reconversión ganadera con sistemas sostenibles?”, se preguntó el alto ejecutivo.

A renglón seguido sostiene que lo que está avanzando en la “Colombia profunda” es la deforestación de la mano con la ilegalidad. Por ello – dice- urge la acción del Estado para detenerla, al margen del debate sobre responsabilidades y de la narrativa de culpar sumariamente a la ganadería, cuando la culpable es la colonización armada del narcotráfico.

Sistemas silvopastoriles, una revolución ambiental

Para Lafaurie Rivera urge una política que sume esfuerzos reforestadores locales, regionales y nacionales. “Urge una política de producción sostenible. Si la ganadería ocupa más de 30 millones de hectáreas y en apenas un millón se establecieran Sistemas Silvopastoriles, SSP, lograríamos una ‘revolución ambiental’ con eficiencia productiva y alta captura de carbono”.

Reconoció que el gobierno recogió la idea, cuando el presidente anunció que todas las vacas deberían “comer mirando p’al cielo” como en los SSP, pero hoy no hay una sola hectárea establecida como parte de un programa gubernamental.

“Para lograrlo se requiere crédito de fomento que consulte la realidad de su implementación, y servicios de asistencia técnica y extensión agropecuaria, que abundan en pomposas leyes, pero escasean en la realidad rural”, añadió en su columna titulada “Del debate… a la acción”.

Sin información y poca ejecución

El presidente ejecutivo de Fedegán indicó que se dirigió a la página oficial de Finagro para conocer la ejecución 2023 y los recursos 2024 para la Línea Especial de Crédito Economía Verde pero no encontró información. “Si se comprendiera la importancia estratégica de los SSP, habría una línea especial con recursos importantes para su implementación. No la hay”.

Por otra parte, reveló que la Agencia de Desarrollo Rural, con presupuesto de $122.000 millones para extensión, “abrió licitación en junio de 2023 para adjudicar $79.702 millones entre Empresas Prestadoras del Servicio de Extensión Agropecuaria, EPSEA, para desarrollar proyectos en ¡4 meses!; un proceso atropellado y confuso que adjudicó $9861 millones, apenas ¡el 12,4%!, cuando el campo clama por servicios de extensión”.

Y concluyó: “Hacer” es la consigna; pasar del debate a las acciones, preventivas, restauradoras, oportunas, eficaces; acciones que transformen la realidad del campo colombiano. Menos cuento y más hechos.

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