La generación de los Ninis

Por: Manuel Torres Twitter: @matorres38

En la sociedad se está dando un fenómeno en los jóvenes que está preocupando a padres de familia, a profesionales en el área de ciencias sociales como la generación de los ninis no quieren estudiar, ni trabajar, ni salir, ni pensar en el futuro, ni luchar, ni aportan, ni socializan…En realidad esta situación no ayuda a generar un desarrollo social.

Los principales detonantes de este fenómeno, de acuerdo con la psicóloga Carolina Piragauta, son las escasas oportunidades de empleo, la baja calidad educativa y la desestructuración familiar. El término ‘Nini’ equivale a ‘Neet’, acrónimo en inglés de la expresión ‘Not in employment, education or training’(ni trabaja, ni estudia, ni recibe formación) fue utilizado por primera vez por el gobierno británico y su uso se extendió a Japón, China y Corea del Sur, mientras en los países de habla hispana se prefiere la denominación ‘Nini’.

Según estudio realizado por el observatorio laboral de la Universidad del Rosario, en Colombia se encuentran 580.000 ninis entre los 15 y 24 años, de los 370.000 son mujeres y 210.000 hombres. Encontramos que los jóvenes repiten estas frases como: “para qué estudiar tanto si al final voy a resultar igual que mi papá, un desempleado más de este país”. “No trabajo porque me piden requisitos que no tengo”.

Además se caracterizan por temerosos, indecisos, paralizados en su proceso de crecimiento, sin capacidad de tomar de decisiones, instalados en el confort familiar, en si estas personas no tienen proyectos de vida.

Este grupo también puede ser presa fácil de vincularse a actividades ilícitas, los grupos delincuenciales ponen la mirada en ellos y ofreciéndoles que se puede obtener dinero fácil sin estar cumpliendo un horario de trabajo, tener una vida cómoda sin cuota de sacrificio. Nuestros jóvenes deben cumplir un rol importante dentro de las sociedades, de infundir esperanza y tranquilidad en un futuro en la que asumirán las riendas de sus países, pero la realidad es otra, de cómo esta nuevas generaciones están desperdiciando el no descubrir sus talentos, habilidades en el servicio de la gente, la razón es que no hay sueños, la desesperanza se apodera y no hay intento de cambiar la monotonía.

Es alarmante como este fenómeno ha crecido y no hay solución inmediata para minimizarlo, hay que aplicar la figura de la corresponsabilidad de Estado, Sociedad y Familia para enfrentar la problemática, los jóvenes representan el futuro de cada país y si no se la da una verdadera importancia, estaríamos frente a un caos social que se reflejaría en los índices de desempleo, de delincuencia juvenil y suicidio.

No podemos ocultar la desigualdad social que hay dentro de las sociedades, donde los ricos son más ricos y los pobres más pobres, y las juventudes no ven verdaderos cambios sociales y los gobernantes se preocupan más en mantenerse en el poder que gobernar, las instituciones no despiertan confianza.

Este problema se traduce para los expertos en una mezcla entre una mala educación y la desvinculación de la educación formal con el mercado laboral. Por esto resulta necesario buscar un modelo de enseñanza que garantice la permanencia de los jóvenes en las instituciones y a su vez que su formación esté enfocada en lo que requiere la industria.

Quiero dejar como reflexión en esta nota de opinión que a nuestros hijos hay que crearle la necesidad de lograr cosas y enseñarles que puedan alcanzar metas y así estaríamos levantando una generación que conquiste grandes sueños en medio de las adversidades que se presentan en el caminar de la vida.

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