“La Ciénaga Grande de Santa Marta, logró una recuperación de hasta el 73% del bosque de manglar”: Corpamag

Haciendo un pequeño recorrido por la extensa Ciénaga Grande de Santa Marta la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, mostró los avances de los procesos de las obras hidráulicas que han permitido la generación natural de hectáreas del bosque de mangle del complejo lagunar.

Por su parte, el director de Corpamag, Carlos Francisco Díaz Granados Martínez, aseguró que “gracias a la apertura de estos caños y a los trabajos de mantenimiento adelantados por la entidad durante el periodo de 1995 a la fecha el complejo lagunar logró una recuperación de hasta el 73% del bosque de manglar teniendo que a la fecha se cuenta con 35.000 has de bosque de Manglar”.

Seguidamente, Díaz Granados, manifestó “estamos a un proceso con el cual hemos logrado avanzar sustancialmente la recuperación ambiental de la CGSM, especialmente la cobertura de áreas de mangle, la aspiración que tenemos es poder llegar en cinco años a 40 o 45 mil hectáreas, lo cual representaría más de un 80% de la cobertura total que tenía el complejo lagunar en la década de los 50”.

De acuerdo a lo informado por la autoridad ambiental, este avance en la regeneración natural se debe un mayor ingreso agua dulce al sistema, ya que las obras ejecutadas han permitido la reconexión de este con el río Magdalena, reduciendo los niveles de salinidad y contribuyendo al aumento en porte, desarrollo y vigor del bosque, evidenciando en un aumento del área basal de los árboles en los últimos años en todas las estaciones monitoreadas por el Invemar principalmente en las más perturbadas.

Con el fin de garantizar la sostenibilidad hidráulica de la Ciénaga Grande de Santa Marta y siguiendo las recomendaciones el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis Invemar, Corpamag interviene desde hace muchos años los principales caños y desembocaduras de ríos como el Frío, al fin de mantener y regular el ingreso de agua al complejo cenagoso de la Ciénaga Grande de Santa Marta.

La ciénaga Grande de Santa Marta es el complejo lagunar más grande de Colombia con aproximadamente 4.930 km2 rodeados de manglares y Refugio de más de 200 especies de aves en décimas y migratorias, es quizás uno de los ecosistemas más ricos e importantes de nuestro país.

En 1956, la Ciénaga Grande de Santa Marta, estaba cubierta por 511 km2 de mangle, pero, luego de la construcción de la carretera Barranquilla- Ciénaga- Santa Marta, se inició un proceso de degradación progresiva quedando solo 178 km2.

Otros factores como la construcción de la vía Palermo- sitio Nuevo –Remolino- Guáimaro, más conocida como la Vía de la Prosperidad y la variabilidad climática, así como la falta de una infraestructura sanitaria y un inadecuado manejo de los residuos sólidos por parte de los asentamientos humanos localizados a los alrededores de la Ciénega y al interior de la misma, han influenciado en el deterioro de este espejo de agua.

Restauración activa del bosque de Manglar

A través del convenio interadministrativo Corpamag y el Invemar, cuyo objeto consiste en “Aunar esfuerzos técnicos y financieros entre el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis, Invemar y la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, para implementar proyecto piloto de restauración activa, con el fin favorecer el desarrollo de la cobertura vegetal en el sector noroccidental de la Ciénaga Grande de Santa Marta”, para ello, se realizan actividades de instalación de un piloto de restauración activa y verificación in situ de variable qué influencia en el crecimiento y desarrollo de los manglares.

En este proyecto, el Invemar evidenció en su última visita “crecimiento de plántulas en términos de altura y número de hojas, luego de tres meses de siembra”. En general se observó que, los montículos de restauración permitieron proveer el espacio físico necesario para favorecer el crecimiento y desarrollo de plántulas de manglar.

La técnica utilizada podría ser útil en zonas inundadas donde el colapso del sedimento no permite el establecimiento de nuevos individuos.

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