El que es mentiroso es ladrón

Por: Fernando Álvarez

A las abuelas del siglo pasado se les escuchaba decir que ”el que es mentiroso es ladrón”. Una frase que aterrorizaba a los niños porque por aquella época todos decían pequeñas mentiras pero le tenían pánico a los ladrones. Los rateros eran vistos como delincuentes peligrosos y hasta se asociaban más a los criminales o asesinos. El caso es que el senador Roy Barreras no debió tener una abuela que le advirtiera porque evidentemente es mentiroso. Así se les dice a los que dicen mentiras. Este senador listillo, que cree que los colombianos son tontos, dio por lo menos cuatro versiones diferentes cuando le preguntaron por un maletín lleno de billetes que dejó descuidado en un restaurante del centro y que se divulgó en un video que registraba el momento en que el controvertido parlamentario lo reclamaba altanero.

Roy Barreras es un político famoso por sus sonados casos con dineros oscuros de los que nunca ha logrado dar explicaciones suficientes. Esta vez, una tula con paquetes de billetes sospechosos, amarrados con cauchos, como rueda el dinero que se mueve por fuera de los bancos, o sucede cuando la plata circula de forma subterránea o subrepticia y que se esconde en caletas para no dejar rastros bancarios. Unos fajos de billetes de aparentemente baja denominación, 10 mil pesos, porque no se alcanzaron a ver sino los que aparecen encima, ya que este es otro truco de quienes manipulan ilegalmente recursos en efectivo. Demasiadas cosas raras que dan para pensar que algo huele mal y que el senador mentiroso no anda en buenos pasos. Y por supuesto para que se siembren toda clase de dudas.

Una mochila que deja ver que algún torcido se cocinaba porque nadie decente anda con billetes en efectivo y menos enmochilados, como cuando se paga una coima o una extorsión o en cualquier caso para hacer pagos ilegales. Sobre todo si se trata de un hombre público, que con un mínimo de decoro sabe que debe utilizar para sus transacciones la vía bancaria y se supone que no ignora que lo recomendable es hacerlo de la forma más transparente. En este caso es evidente que algo se escondía y que la sarta de mentiras que dijo el senador no lograron ocultar que ahí había gato encerrado. Y algo que lo delataba aún más fue la reacción arrogante y descomedida con las autoridades, porque como también decían las abuelas ”tras de ladrón bufón”.

Otro episodio de dineros oscuros y comportamientos sospechosos de Roy Barreras ocurrió en 2012, cuando aparentemente en su apartamento en Cali le robaron 1.200 millones de pesos en efectivo. El senador exvargasllerista, exuribista, exsantista y ahora petrista, fue supuestamente asaltado por delincuentes que descubrieron su caja fuerte y lo robaron. Pero ante escándalos y la falta de explicación sobre el origen del dinero, la noticia se difuminó en medio de versiones contradictorias, donde uno de los delincuentes era un exagente de la Policía miembro de la banda de los R-15, conocido con el alias de ‘’Pinocho”, que al parecer sabía demasiado sobre las caletas del senador mentiroso.

Ahora parece que el apodo de ”Pinocho” le va a quedar mejor es al propio senador de los cuentos chimbos, como diría su antiguo jefe político, porque por otros hechos en los que se perdió otra platica, la Fiscalía compulsó copias a la Corte Suprema de Justicia para que investigara a Roy Barreras y a otros dos senadores por un escándalo en el que según el ente investigador desde 2017, una red de mentirosos gestionó de manera irregular contratos con recursos para  la paz, proyectos productivos y planes de atención a poblaciones afectadas por el conflicto. Fueron judicializados por esto Eduardo Alfredo Ghisays, empresario de Córdoba; Milton Cuero, alcalde de El Charco (Nariño); Johan Velázquez, alcalde de Mosquera (Nariño); Federman Riascos consejero de paz de la Tola (Nariño) y el contratista Wilmar Caicedo.

Otro caso escandaloso en el que se involucra al senador mentiroso con graves denuncias fue radicado en la Fiscalía y en la Corte Suprema de Justicia contra Roy Barreras, su esposa, Gloria Elena Arizabaleta, luego funcionaria de la Fiscalía General y otras personas cercanas al senador ”Pinocho”, quienes harían parte de una “empresa criminal” que se habría apropiado de los recursos públicos de la ESAP, y que terminaron, supuestamente, en un partido político. Según los documentos probatorios no solo se daban coimas por la adjudicación de contratos, sino que además eran una fachada de dineros que iban a un partido político. Por otro lado, según esta versión, la nómina de la entidad eran cuotas del senador mentiroso.

Un reconocido veedor ciudadano de Bogotá, Juan Carlos Calderón España, y su hermano, coordinaban la repartición de los contratos. “Los encargados de pagar estas multimillonarias coimas eran los doctores Fernando Medina, Eduardo Rojas y Jorge Uriel Silva, los enlaces entre Cali – ESAP. El veedor coordinaba todo y estaba al servicio del senador Roy Barreras’’, dice la denuncia. Llamadas que aparecen en las sábanas de sus celulares, encuentros y viajes de Cali a Bogotá y viceversa, así como ingresos a la inmobiliaria y a la ESAP, hacían parte de esta investigación en la que ”Se despacharon todo”, como dice el denunciante. Fueron 14.000 contratos y convenios interadministrativos, suscritos entre 2014 y 2019, en poder de la Corte Suprema y de la Fiscalía que suman 1,2 billones de pesos.

Todos se hicieron de manera directa. Los testigos informaron que las reuniones donde se pactaban las actividades, se hacían en el Hotel Tryp, justo al frente del búnker de la Fiscalía. Los entidades bajo la lupa de las autoridades eran la Empresa Inmobiliaria de Servicios Logísticos de Cundinamarca, la Empresa de Telecomunicaciones de Bucaramanga (Telebucaramanga), la Empresa Teléfonos de Bogotá (ETB), la Red Colombiana de Instituciones de Educación Superior (EDURED), Amezquita, Lunel Integración Estratégica SAS, Servinformática SAS, Fundación tecnológica Social (FUNTECSO), Infotic, Comitato Internazionale y Canal Zoom, entre otras. Los testimonios también implicaban a un exgobernador de Cundinamarca, a un representante a la Cámara y a los representantes de las empresas que se ganaron esos contratos.

El polémico congresista de La U, estaría aliado con su amigo Miguel Ángel Duarte y con la empresa de este, Dumian Medical. Fuentes del sector hospitalario, sostienen que Barreras estaría detrás de la destrucción del sistema de salud colombiano a través de un oscuro entramado de corrupción. Según esta denuncia Roy Barreras podría estar implicado nuevamente en un escándalo de corrupción en el sistema de salud, tras  haberse visto vinculado a maniobras corruptas dentro de Caprecom. En este caso sería a través de su compañero de fiestas Miguel Ángel Duarte Quintero y de su empresa Dumian Medical, a quienes la agente liquidadora de SaludCoop, Ángela María Echeverri, delegada por la presidencia de Juan Manuel Santos, les vendería las clínicas expropiadas por el pasado gobierno al sector cooperativo a precio de huevo. La empresa Dumian Medical lleva las iniciales de su dueño, Duarte Miguel Ángel.

La amistad entre Barreras y Miguel Ángel Duarte es tan cercana, que Duarte fue uno de los invitados a la exclusiva y lujosa boda del político vallecaucano. Además, la firma de este empresario cucuteño, Dumian Medical, tuvo contratos durante el gobierno Santos y con el apoyo de este, por la astronómica suma de 89 mil millones de pesos en tiempos de Guillermo Grosso, quien fue un protegido de Barreras y del Partido de La U y ahora se encuentra tras las rejas por haber usado la función pública en beneficio personal, como lo determinó la Fiscalía. Grosso dirigió un cartel extorsivo junto a Eva Carrascal y Norman Julio Muñoz dentro del Ministerio de Salud, que dirigía en ese entonces Alejandro Gaviria, ex Rector de la Universidad de los Andes y uno de los mayores alfiles del ex Presidente Juan Manuel Santos, como lo denunció La Otra Cara.

Roy Barreras siempre buscó tener injerencia en el asunto de SaludCoop, desde mucho antes que se diera la intervención del Estado, incluso directivos del sector salud han afirmado que dicha medida no fue más que una retaliación del Senador del Partido de La U, porque la administración cooperativa que era propietaria de la entidad no le quiso dar participación a sus negocios personales, hecho se ha corroborado por investigaciones, que han desvirtuado los análisis contables en los que se basó la intervención. Según algunas fuentes, dentro de la interventoría que dirigía Ángela María Echeverri, se dieron visitas de personas de Dumian Medical a diferentes clínicas en Cali y Bogotá y se adelantaron papeleos con el objetivo de entregar las clínicas en poder del Estado a la empresa del amigo de ”Pinocho” Barreras. ¿Será que se puede llevar a la Comisión de la Verdad para que se acaben las mentiras de Roy?

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