“El Eln no solo se negó, sino que reanudó sus ataques terroristas esta madrugada”: Santos sobre negociaciones de paz

El presidente Juan Manuel Santos ordenó al exvicepresidente Gustavo Belll, jefe equipo negociador del gobierno con el Eln, que regrese a Colombia para hacer consultas, después de que este miércoles se presentaran varios atentados: en cercanías de Cupiagua en Aguazul Casanare, en Benadía en Arauca, en la vereda Cañaguata municipio de Cubara en Boyacá y el lanzamiento de una granada contra infantes de marina en la vía que conduce de Arauquita a Saravena.

Santos, durante una alocución, criticó duramente al Eln, pues es a esta guerrilla a la que se le ha adjudicado el atentado en el sector conocido como Plan Brisas, vereda Volcán Blanco, en Aguazul. “El Eln no solo se negó, sino que reanudó sus ataques terroristas esta madrugada, justo el día que debía iniciarse el nuevo ciclo. He conversado con el jefe de la delegación del gobierno (Gustavo Bell) para que se regrese de inmediato a Colombia para evaluar el futuro del proceso”.

Además de exigir el regreso de Bell, Santos informó que dio la orden a la pública para “actuar con contundencia para responder a esta agresión y proteger la vida y honra de los colombianos como es su deber constitucional”. Y aprovechó la oportunidad para criticar duramente a la guerrilla por haber dado por terminado el cese al fuego bilateral este martes a la medianoche (horas antes de que se presentara el ataque al oleoducto).

“El gobierno siempre estuvo dispuesto para prorrogar el cese al fuego con esa organización y negociar rápidamente uno nuevo. Así se lo hicimos saber desde hace varias semanas y lo reiteramos públicamente para responder afirmativamente a la solicitud de la Conferencia Episcopal de Colombia, de las Naciones Unidas, de los países amigos y de centenares de organizaciones de la sociedad civil. Inexplicablemente, el Eln no solo se negó, sino que reanudó sus ataques terroristas”, dijo Santos.

La delegación del gobierno también se pronunció al respecto, asegurando que analizará cómo los recientes hechos afectarán el curso de las negociaciones, pues “vuelven a afectar gravemente a la población y desatienden el clamor de la sociedad civil, líderes políticos, de derechos humanos, la Iglesia, países amigos y las Naciones Unidas. Estas acciones no son sólo un atentado al oleoducto, son una afrenta directa a las comunidades.Por esta razón la delegación de gobierno analiza en este momento lo ocurrido y sus implicaciones para el futuro de la mesa de diálogo. Buscaremos privilegiar el bienestar de los colombianos y precisar el mejor camino para avanzar en dirección correcta hacia la paz”.

 

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