“El Cura” Ordóñez liderará Plan Semilla para proteger a los jóvenes de la delincuencia

José Alfredo “El Cura” Ordóñez ha participado en procesos de reconciliación y desarme de jóvenes, como fue el caso de dos pandillas juveniles que se encontraban ubicadas en el barrio María Eugenia las cuales ayudó apaciguar, pero, además, ha contribuido en otros procesos de esta magnitud en Buenaventura (Valle del Cauca); todo esto espera replicarlo en el Distrito de Santa Marta.

Gracias a su experiencia social y comunitaria en diferentes barrios de Santa Marta, el departamento del Magdalena y el país, José Alfredo “El Cura” Ordóñez ha venido identificando algunos fenómenos sociales que afectan a las comunidades que ha visitado; en especial, a los jóvenes quienes en los últimos años han sufrido los estragos de la violencia e intolerancia.

El exsacerdote, ve con gran preocupación que ellos, no tengan un futuro claro para sus vidas y tomen como última opción empuñar un arma para robar o citarse en lugares estratégicos para canalizar por medio de la agresión con otros, el abandono distrital y estatal en el que hoy se encuentran. Él está convencido que la educación es la salida.

“Hay que replantear las políticas públicas de convivencia y enfilarlas a reformular la acción de nuestros jóvenes en la vida social. Es urgente quitar de las manos de los jóvenes el puñal, el cuchillo, el machete, para poner en ellas el bolígrafo, el lápiz, el cuaderno o el libro. Hay que quitarle jóvenes a la intolerancia y llevarlos a la universidad; ese es el camino. Nuestros jóvenes hoy en actos de rebeldía se muestran como pandilleros, pero creo que no lo son. Estos son actos de desesperos que los llevan a la intolerancia; a ellos hay que tocarlos desde la fibra humana para poderlos rescatar. Santa Marta tiene un alto índice de violencia juvenil, por eso vemos cómo cierran las vías en el puente de Bastidas las tardes de lluvia para mostrarse”, explicó “El Cura”.

‘Rescataremos a los jóvenes por el bien de sus familias y de la ciudad’

Con esta creciente problemática, no solo ha venido viéndose afectada la ciudad, sino que también la familia de los jóvenes, en especial las madres que en muchas oportunidades los ven llegar a sus casas con heridas de consideración o bajo los efectos de sustancias alucinógenas.

Ante esta situación, el precandidato afirma que: “las manifestaciones que hacen hoy es un signo que allí hay una angustia interna emocional y ahí es donde la reflejan. Vamos a trabajar en unas políticas públicas que reintegren a estos jóvenes al tejido social de Santa Marta que está quebrantado, marcada por odios, marcada por desesperanza. Necesitamos volver a llevar estos corazones juveniles a que crean, a que se sientan Santa Marta, a que son importantes para su casa y la sociedad. Las mamás sufren al ver a sus hijos en ese estado; eso no trae felicidad a la ciudad ni a la familia”, concluyó.

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