El Coronavirus

Por: Manuel Torres Lopera   Twitter:@matorres38

El coronavirus surgió en la ciudad China de Wuhan a finales de diciembre y la enfermedad que produce ha causado 5.300 muertes a nivel mundial. El nombre técnico de este mal es COVID -19(por Coronavirus Disease 2019, en inglés) en Colombia ya van 24 casos.

Su primera aparición fue en un mercado de mariscos en Wuhan, una ciudad de 11 millones de habitantes en China. Los estudios de secuenciación genética han permitido establecer que los antepasados más cercanos del COVID-19 fueron los hallados en murciélagos y tipos de serpientes, lo que hace pensar que se formó un hibrido en un proceso similar al que se experimentó  con el virus del SARS hace dos décadas. Sin embargo, aún se investiga el origen exacto y cómo se dio el salto para que lograra adaptarse en humanos.

El virus afecta las vías respiratorias, todas las secreciones que vengan de allí pueden trasmitirlo a otra persona. El estornudo, la tos, las flemas y las que se quedan en las manos y en las superficies húmedas pueden contenerlo y pasar a otra persona de manera directa. Hasta ahora se ha calculado que la capacidad de contagio del coronavirus es de entre 2 y 2,5 personas por cada infectado.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el periodo de incubación (tiempo entre la infección y la aparición de los síntomas) varía entre 1 y 12 días. Los expertos chinos han constatado que las personas contaminadas pero que no presentan síntomas graves como tos o fiebre tienen un tiempo de curación de unas dos semanas y los gravemente afectados como una neumonía se recuperan en plazo de tres a seis semanas.

Las principales víctimas del coronavirus son las personas mayores y las que tienen dolencias prexistentes (como diabetes y cardiopatías) parecen tener un mayor riesgo de presentar una forma grave de la enfermedad. En China por ejemplo, aunque la mayoría de pacientes son de entre 30 y 69 años, el virus ha afectado a personas de todas las edades.

La presencia de un virus nuevo que se trasmite de persona a persona contra el cual no hay vacunas y del que se conoce poco genera angustia e incertidumbre, que pueden aumentarse con información con un nivel bajo de ilustración que se difunde por las redes sociales o internet y que de una manera irresponsable están  ocasionando un pánico colectivo, muchos están comprando en supermercados  más de lo debido y la escasez de productos básicos de la canasta familiar que comienzan a notarse, principalmente productos de aseo como: desinfectante y gel antibacterial y con aumento de los precios,  también en las farmacias es escaso los tapabocas y las vitaminas C, preocupa la especulación y que estos sectores productivos estén sacando mayores utilidades y no tener en cuenta que la salud es un derecho fundamental que debe prevalecer ante los intereses particulares, los pobres también tienen derecho acceder a estos productos, es aberrante y ojalá se haga efectiva el poder regulatorio de parte del Estado para contrarrestar estas ganancias deshonestas.

Hay que cumplir con ciertos protocolos sanitarios, para cuidar de nuestra salud y evitar el contagio, el COVID-19 no es una enfermedad altamente mortal, las autoridades sanitarias también tienen que enfocarse al dengue que sí constituye un  nivel de riesgo alto y no están haciendo un control adecuado con respecto a la fumigación contra el mosquito trasmisor y la niñez la más afectada hasta causar la muerte.

El psiquiatria John Sharp en uno de sus artículos para la revista de medicina de Harvard, manifiesta que la avalancha de información es el principal detonante de pánico, y deja una reflexión que el miedo causado por el coronavirus podría ser incluso más peligroso que la misma enfermedad.

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