Lina María Peña Directora Elarticulo.co
El 27 de octubre los samarios elegirán quien será el mandatario para los próximos 4 años y según los movimientos políticos que actualmente se desarrollan en la ciudad, se puede dar por descontado que la candidata de oficial de la administración será quien resulte la vencedora.
Los intentos por llegar a una unidad política con miras que quitarle el poder al movimiento que gobierna desde hace 8 años, han sido infructuosos y a falta de 18 días muy difícilmente se podrá cambiar el rumbo electoral.
Por un lado, el otrora poderoso grupo Daabon, de quien se decía tenía el músculo político y financiero para ejecutar una alianza fuerte que lograra llevar a los actores políticos, empresariales, sociales y gremios de la producción a una unidad de criterio, no encontró el norte debido y solo se dedicó a realizar reuniones con el expresidente Álvaro Uribe Vélez para mostrar una supuesta fuerza que hoy tiene a su candidato Juan Carlos Palacio como uno de los más opcionados para sacar la mayor votación al concejo Distrital.
Por el otro lado, se encuentra el partido de la U, con el excongresista Eduardo Diazgranados a la “Cabeza”, quién tuvo la iniciativa de proponer al “Man del Agua” como candidato a la Alcaldía de Santa Marta y en menos de 2 meses, el exconcejal Aristides Herrera logró alcanzar un grado de aceptación política importante incluso poniéndose casi que por encima de Juank, pero al final los esfuerzos por mostrar fuerza política se quedaran en tan solo eso, en esfuerzos.
No ha habido ni habrá, forma alguna para que en 18 días de contienda electoral para cambiar la intención de votos en los samarios, sobre todo si se tiene en cuenta que el movimiento que maneja los hilos de la Alcaldía, tiene bien engranada su maquinaria de contratistas y funcionarios que defienden a capa y espada lo que ellos consideran los logros de los últimos 8 años y el mensaje obligatorio lo tienen que difundir en todas las esferas por donde se muevan.
Y la Procuraduria? Bien gracias…
Por su parte tal parece, que la procuraduría no les preocupa ni poquito, ni mucho menos las que pueda hacer la fiscalía porque dentro del discurso muy bien estructurado, es que si les llegara a pasar algo sería por una persecución política y no por haber transgredido la ley (que belleza).
Pero aunque, no debería ser, hay que reconocer que de manera valiente defienden lo suyo, cosa distinta ocurren en otras campañas donde tienen agendas distintas e intereses distintos para después llegar a “negociar” de manera extraña con su antagonista.
La unión fallida entre los candidatos a la Alcaldía de Santa Marta, dio como vencedora a la candidata oficialista y los perdedores son aquellos empresarios y políticos que creyeron que el poder y el dinero son los que pueden cambiar el rumbo electoral, desconociendo que la política ha cambiado, que la ciudadanía tienen muchos métodos para informarse y relacionarse con lo sucede en la ciudad en tiempo real y que ya no se traga entero.
La derrota anunciada es para aquellos que desde los cuartos fríos, intentan imponer directrices sin siquiera conocer las realidades con las que se vive a diario.
