Santa Marta vive una crisis institucional y de corrupción nunca antes vista, a la suspensión del detenido Alcalde Rafael Martínez, en sus funciones constitucionales como mandatario, se le sumó la sanción que por corrupción le impuso la procuraduría general de la nación al exalcalde Carlos Caicedo, máximo líder del movimiento fuerza ciudadana.
Estos hechos han desatado una inusitada reacción de los seguidores del exalcalde y del alcalde frente a lo que consideran una persecución judicial y política de todos los entes de control y además de según ellos los clanes políticos de Santa Marta.
El acto convocado por sectores de la izquierda, las farc, docentes y Carlina Sánchez, esta última otrora contradictora política de Caicedo y auxiliadora de Arístides herrera (denunciante del cartel del agua, por el que sancionaron a Caicedo) es sobre un “paropolítico” en defensa del modelo de gobierno que ejerce el poder hace 8 años en Santa Marta. Esta situación es de análisis profundo y concreto, por ejemplo, ver a personas liderando bloqueos y movilizaciones para respaldar actos de política y presionar decisiones administrativas y judiciales, son contradictorias si se tiene en cuenta que a estos personajes se les olvida que el PAE inició con 2 meses de retrasos, que la salud está en una profunda crisis, que Santa Marta vive una guerra por el agua y no se les ve en ningún momento hacer pronunciamientos sobre estos temas donde claramente la gente de a pie manifiesta que estas situaciones no han sido resueltas por presuntos actos de corrupción y maquillaje de los verdaderos problemas que tiene la capital del Magdalena.
¿Existen intereses económicos, políticos y empresariales en este “paropolítico”?
Bueno, a manera de presunción sobre los temas conocidos por la ciudadanía en general es que el Secretario de Educación Roberto Munarriz, es un alfil de Carlina Sánchez y del sector político que representa, aunado al hecho que su hermano es concejal actual y pertenece a la mayoría de la Alcaldía.
Otro actor político de la rancia izquierda es el señor Jorge Agudelo (Padre), quien es un férreo defensor del Caicedismo y líder del “paropolítico”, su hijo quien lleva el mismo nombre es el actual Secretario de Hacienda de Santa Marta y se da por descontado que su actividad tiene un tinte parcializado para creer en el cambio que dice se debe perpetuar en la ciudad.
Pero lo que preocupa más y llama poderosamente la atención, es que el sector privado en cabeza de los gremios quienes han sido los más perjudicados por limitación en la competitividad por la crisis del agua y alcantarillado concretamente en épocas de temporada, parece que un sector premia la desidia en el desarrollo empresarial y apoya el denominado “paropolítico”.
Incluso anteriormente, una parte del sector gremial a través de comunicados expresaban respaldos a políticos que hoy están en el ojo del huracán por tener acusaciones por homicidio, corrupción entre otros. Lo lamentable del caso es que apoyar un “paropolítico” genera un detrimento en las arcas de los sectores de la producción, quienes son además los verdaderos gestores de que la ciudad la crisis económica no se profundice.
Desde los medios se ha destacado el ejercicio de compromiso que tienen los sectores gremiales económicos y de la producción, pero contrario a lo que tradicionalmente ocurre cuando se producen “paropolítico” y bloqueos, los primeros en rechazarlos son estos, sin embargo esta vez por razones que se desconocen no ocurrió así.
La ciudad de Santa Marta no debe prestarse para que se genere caos con fines políticos o con fines que buscan deslegitimar el trabajo arduo y comprometido de los entes de control en su lucha en contra de la corrupción, lo contrario sería conectar con lo mismo por intentar defender intereses particulares en desmedro de la colectividad.
