#EditorialEA El nuevo modelo de gobierno en Santa Marta, mató la navidad e hizo olvidar al unión

Por: Redacción Elarticulo.co

La alegría de los samarios en cada llegada de un fin de año, era uno de los momentos más significativos en la ciudad, las calles adornadas con figuras alusivas a la navidad engalanaban en el ambiente decembrino, pero en los últimos años del gobierno de Fuerza ciudadana ese jolgorio navideño nos lo fueron quitando.

Al inicio del mandato de Carlos Caicedo como Alcalde de Santa Marta, la ciudad se vistió de ballenas y delfines, según dicen en aquel momento el exalcalde y hoy gobernador no compartía esa celebración, calificándola como mundana. La oscuridad entonces se tomó la navidad y muchos samarios calificaron al exalcalde con el mote de “grinch”.

Así han sido estos últimos años, solo el barrio manzanares en cabeza de sus propios moradores empezaron a realizar una decoración digna de la alegría navideña que caracteriza al samario y de paso puso en tela de juicio la actitud indiferente del gobierno Distrital por un querer personalista del exalcalde.

Hoy las cosas siguen iguales, la ciudad de las oscuridad, la ciudad del “grinch” donde la navidad y alegría poco a poco se la están quitando a los samarios para hacerlos concentrar en una lucha política que viene alentada por el odio.

Pero si con la navidad ocurre, con lo otro que dejaron en el olvido fue una de las pasiones más grandes que “tenían” nuestro amado unión Magdalena, el ciclón bananero.

En otra oportunidad la situación caótica del ciclón por el descenso era motivo de conversación infinita, los llantos y las preocupaciones por el equipo de nuestra tierra eran la causa del desazón y amargura, pero todo por el sentimiento futbolero que nos recogía esa institución que cada domingo nos hacía recordar el otrora estadio Eduardo Santos y la sirena de balín. El himno que escuchamos en las fiestas cuando sale el “pitan pitan” de carlos vives, causa un escalofrío de emociones, pero todo eso ha quedado en el olvido y el ciclón quedó relegado a la tristeza.

¿Que le pasó al samario?

Le pasó lo que quiso una persona con odio pero que con inteligencia maquiavélica ha logrado llevar todo a una dirección de sentimiento político irracional. La alegría personalista por el poder, la volvió una alegría colectiva sin que las mismas personas se hayan dado cuenta hacia el corazón vacío que los llevan.

La política y la sed de poder se volvió entonces en lo único importante en la ciudad de Santa Marta y el Magdalena, la alegría era ver a una persona vanagloriarse en el poder, pero tener el sentimiento navideño o la pasión del ciclón bananero fueron borrados de pensamiento propio de los samarios.

Nada importa si hay luces, si hay alegría en las calles, si los vecinos se alistan para la celebración de las fiestas, como tampoca interesa cuales van a ser los refuerzos del unión Magdalena para tratar de llegar nuevamente a la primera categoría. Esto ya hace parte de la historia, porque lo que lo hoy importa es que una persona asuma un poder concentrado en todo el Magdalena y con esa “alegría” es que de ahora en adelante se debe vivir.

Veremos las marchas, las continuas reuniones y reservadas fiestas para un pseudolider que con su sed de poder está creando una conciencia personalista en dónde lo que menos importa es el sentimiento de amor y alegría, pero sí la lucha de clases y odios para mantener un discurso que lo sostenga en el poder perpetuo como único fin de vida.

¡Que triste estas Santa Marta!

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