¿Decreto contra porte de armas traumáticas, otra victoria para la delincuencia?

En momentos en que el país vive la peor ola de inseguridad en décadas, pues ciudades como Cali y Bogotá reportan todo tipo de actos criminales en contra de la sociedad civil, se debate el decreto que expedirá el Gobierno del Presidente Iván Duque que restringe el porte de armas traumáticas.

De acuerdo con el Estado, se propone con estas restricciones reducir la criminalidad, en la que se ha registrado que en ocasiones este tipo de armas son utilizadas con estos propósitos. Lo que se establece es que quien quiera portar un arma de estas características tendría que cumplir prácticamente los mismos requisitos que quien usa un arma de fuego convencional.

El decreto ha generado sin duda un debate en todo sentido, pues hay quienes consideran que no se tiene en cuenta a quienes comercializan estos elementos y que ahora tendrán una nueva regulación, así como quienes las usan y tendrán que solicitar los correspondientes permisos. Otros consideran que, contrario a lo que se pensaría, se le quitaría un elemento de protección a la ciudadanía en medio del panorama de inseguridad.  

Lo cierto y en lo que coincidimos con expertos sobre el tema, es que no existe registro que indique que los criminales que azotan las principales ciudades del país, decidan ahora sacar permiso de porte y tenencia de porte de armas, pues el problema está en la ilegalidad en la que se mueven los sujetos que no necesitan de trámites para obtener un arma de fuego o traumática.

Aunque sectores de la extrema izquierda y los llamados progresistas celebran esta decisión del gobierno nacional, lo cierto es que desde las redes sociales algunos sectores claman que se flexibilice el porte de armas, como mecanismo de defensa personal, en medio de las dificultades de inseguridad por la criminalidad que está desbordada.

Precisamente al respecto la Senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal, quien ha presentado proyecto de Ley para flexibilizar el porte, insistió en que debe primar el derecho de los ciudadanos de ejercer su legítima defensa.

Dicho de otra manera en Colombia se pretende regular aún más el porte y tenencia de armas en los ciudadanos de bien, que son los que harían un trámite legal para poder tener una; pero nada se hace para evitar el porte de bandas terroristas y criminales que usan las armas sin problema.

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