En el Centro de Vida, los abuelos sólo estarían recibiendo un pan, un vaso de agua y una mandarina para el almuerzo.
Una vez más los compromisos de la alcaldesa Virna Johnson, con las poblaciones vulnerables de Santa Marta durante esta emergencia sanitaria quedaron por el ‘suelo’.
Veedores ciudadanos, líderes y comunidad en general, evidenciaron la nefasta estrategia de contingencia para la atención de 600 Adultos Mayores del Centro de Vida del Barrio Bastidas, quienes son los principales perjudicados, dado que no se les está aportando al mejoramiento de la calidad de vida de ellos como beneficiarios de este centro
Pese a que se le adjudicó a una fundación sin ánimos de lucro, representada por Mónica Patricia Florez Pérez, un contrato por $1.043.989.120, recursos que se obtienen a través de la estampilla pro adulto mayor, con plazo máximo de ejecución de 6 meses, se estaría incumpliendo con el presunto objetivo de seguir asegurando el bienestar de los adultos mayores del Distrito, puesto que, los abuelos sólo estarían recibiendo un pan, un vaso de agua y una mandarina.
Así lo dio a conocer el líder Juan José Vargas: “Veeduría Ciudadana del Distrito de Santa Marta, pone al descubierto un convenio de asociación con entidad privada sin ánimo de lucro, este convenio está por la suma de $1.043.989.120, por 6 meses, cuyo objeto del convenio está en aunar esfuerzos entre la Administración y operatividad del Centro de Vida del Adulto Mayor del barrio Bastidas”.
De igual manera recordó que “dentro del alcance del objeto del convenio se deberá ejecutar las siguientes actividades, primero, realizar control nutricional a los adultos mayores beneficiados y segundo, brindar alimentos a los adultos mayores en el Centro de vida”.
Finalmente resalta que “encontramos que realmente no se está cumpliendo, los abuelitos solo reciben una mandarina, un vaso de agua y un pan como almuerzo, esto demuestra que en Santa Marta el robo es imparable”
