Con juguetes y dulces, pero sin jugar ni comer; vivían los 13 hijos de los Turpin

El pasado martes, una pareja, padre y madre, eran detenidos en California (Estados Unidos) después de que una de sus 13 hijos lograra escapar de la vivienda en la que los mantenían a todos secuestrados en condiciones insalubles.

Los hijos, de entre 2 y 29 años, mostraban signos de malnutrición, algunos habían estado encadenados y todos habían vivido una situación que ha dejado en ‘shock’ a la comunidad de Perris, en el condado californiano de Riverside.

El fiscal de distrito del condado, Mike Hestrin, ha descrito, días después de la detención de David Allen y Louise Anna Turpin, las condiciones en las que vivían sus 13 hijos. “Al principio los ataban con cuerdas, pero cuando uno de ellos consiguió zafarse, empezaron a utilizar cadenas y candados”, explicó Hestrin en rueda de prensa.

“Los castillos duraban semanas, e incluso meses a veces”. Los Turpin fueron detenidos porque una de las hijas logró escapar y, tras su huida, explicó a la Policía qué ocurría en la que ahora ha sido bautizada como la ‘casa de los horrores’ de Perris.

Cuando llegaron a la residencia, los agentes se sorprendieron al ver que muchas de las víctimas aparentaban bastante menos edad de la que realmente tienen: de hecho, la hija que logró escapar, de 17 años, no aparentaba más de diez. No era un caso aislado: el mayor de los hijos Turpin, de 29 años, pesaba menos de 40 kilos. La razón de esto no es que no hubiera comida en la casa: según Hestring, los padres tenían la casa llena de comida y de dulces, pero los hijos tenían prohibido tocarlos.

Lo mismo ocurría con los juguetes: la casa estaba abarrotada de juegos, muchos de ellos todavía dentro de sus embalajes, muestra de que los Turpin tampoco permitían a sus hijos jugar.

Los castigos de los Turpin hacia sus hijos eran desmesurados, llegando a ser víctimas de palizas físicas, y por razones totalmente excesivas: una de ellas, por “jugar en el agua”, algo que los padres consideraban siempre que los pequeños se lavaban las manos por encima de las muñecas.

“NO NOS DEJABAN VISITARLOS”

Una de las hermanas de Louise Anna, Elizabeth Jane Flores, vecina de Cleveland, explicó en una entrevista al diario británico ‘Daily Mail’ que si bien había mantenido el contacto con la madre de los 13 niños por teléfono, los Turpin nunca la habían invitado a casa y no la dejaban hablar con sus sobrinos.

38 CARGOS CONTRA LOS PADRES

El condado de Riverside ha presentado un total de 38 cargos contra la pareja: 12 por tortura, otros 12 por detención ilegal, 7 por abusos a un adulto independiente, 6 por abuso de menores y uno por acto lascivo sobre un menor.

De ser declarados culpables de todos los cargos, los Turpin podrían hacer frente a 94 años de prisión.

“Parece un caso de depravación humana”, reconoció Hestrin. La pareja se instaló en Perris en 2014.

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