¿Qué hay detrás de la una de las ferias más exitosa del país en cuanto al trato de su organizadora y por qué hoy está en el ojo del huracán?
La feria Buró, es un espacio que se desarrolla para que las personas conozcan nuevas marcas y emprendimientos, de quieres pueden llegar a representar la cultura y riquezas del País, cubriendo ámbitos como diseños, gastronomía, arte y fotografía, con el fin de crear un programa cultural.
Aunque las intenciones que tengan estos proyectos sean buenas, no todo es color de rosa, el trato inhumano por parte de la dueña y co-fundadora María Alejandra Silva, se ha evidenciado a través de redes sociales, el rechazo a las actitudes y la falta de humildad como lo han tildado muchas personas no dio espera en las plataformas digitales.
¿Por qué Buró está en el ojo del huracán?
El día de ayer se dio a conocer la denuncia pública, de un joven extrabajador de la feria donde expresaba un suceso de no creer y que le ha costado a Buró muchas críticas:
Relato:
“En el segundo día de montaje (mi último día) llevábamos una jornada larga, habíamos llegado a las 5:30 de la mañana y ya se acercaban las últimas horas de la jornada cerca de las 11:00 de la noche. La administración del evento, muy cordialmente, decidió pedir varias cajas de pizza para todo el staff BURO (cosa que no están obligados a hacer). Estuve todo el día en la entrada de expositores con mis compañeros y aparte teníamos un grupo de operadores de logística que nos ayudaban a controlar todo el flujo. Ya cuando era tarde había más labores por desempeñar y quedamos en la entrada solo el operador de logística y yo, estaba esperando que me hicieran el relevo para ir a comer la pizza que habían pedido.
Una vez llegue a la oficina para coger mi porción pregunte “Male, ¿puedo llevarme un pedazo de pizza para el señor de logística que ha estado conmigo todo el dia?”, a lo cual su respuesta fue un rotundo “no”, quede un poco confundido y realmente pensé que estaba haciéndome un chiste o algo asi, pues había pizza de sobra. A ese “no” simplemente respondí lleno de rabia pero cordialmente con lo siguiente: “bueno, yo le doy la mía tranquila”, fui a coger el pedazo de pizza, Maria Alejandra me responde con lo siguiente “¿te lo vas a comer tu o se lo va a comer el operador?”, muy tranquilamente le respondí que se lo iba a llevar al operador, y en ese momento me dice “no, entonces no lo puedes coger”. Con la sangre hervida y sin creerme lo que había sucedido simplemente respondí con un “bueno gracias” y salí de la oficina sin ningún pedazo de pizza.
Luego salí de la oficina solo no podía procesar lo que había sucedido y como una persona que no le falta nada podía ser capaz de negar un trozo de comida a un trabajador, ¡que ni siquiera le iba a costar de más o se le iba a acabar! iba a darle MI porción. En ese momento decidí tomar la decisión de presentarle mi renuncia, pues no me sentía actuando de manera ética al trabajar para una persona de ese estilo. Volví a la oficina donde estaban todos y lugar donde sucedió el acontecimiento. Le pedí el favor a Maria Alejandra de si podía salir un momento a hablar a solas, cuando salió le exprese mis gratitudes, le dije algunas palabras sobre cuánto valoraba el evento pero que simplemente no me sentía a gusto trabajando con ella y que por ende le presentaba mi renuncia.” Expresó el joven Pablo Matiz, quien demostró su desilusión y su amor hacia el prójimo.
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Y aunque María Alejandra Silva, intentó aclarar lo sucedido en una entrevista entregada a W radio, la comunidad se encuentra indignada luego de escuchar su actitud déspota y quien además utilizó este medio para justificar su acto y no para disculparse, por el polémico pedazo de pizza, sino también la forma como retiraron al día siguiente al joven denunciante, quien hizo presencia en el lugar para almorzar con su novia.
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