Fuente: https://apnnoticias.com
Los ganaderos seguirán unidos defendiendo sus terrenos a través de las vías legales y de manera pacífica. Denuncian que son mafias las que están detrás de las incursiones ilegales en sus terrenos.
Las incursiones ilegales de tierras se han convertido en un interminable calvario para los ganaderos de 18 departamentos en el país.
A la impotencia por la ocupación de los terrenos y la zozobra por el paso de los días sin ningún tipo de respuesta, se suman las desafiantes amenazas de los invasores, que se resisten a salir de las propiedades privadas, amparados en el derecho a tener tierras como lo prometió en campaña el actual presidente de la República, Gustavo Petro.
Hace tres semanas, el ganadero Jorge Hernán Mejía fue víctima de una nueva invasión, es la tercera que se realiza en sus predios. Las dos anteriores se registraron hace aproximadamente dos años, en Tamalameque y Chimichagua en el Cesar. En esta oportunidad, fue en Pijiño del Carmen en el departamento del Magdalena.
“Al enterarme fui a buscar el apoyo de la Policía y del Ejército apelando a lo que dice la ley que son las primeras 48 horas y los famosos diálogos que no sirvieron para un carajo. Me senté con ellos, hablamos, fueron displicentes y groseros, me dijeron que me tenía que ir… negociar con ellos es imposible, están empoderados porque hay unos abogados que los están asesorando y guiando”, agregó el afectado quien señaló que han llegado en camionetas blindadas a visitar a los invasores del terreno.
Una situación similar vive Juan Fernando Gaviria, desde el fin de semana pasado, cuando una llamada a su señora madre los sorprendió con la invasión de la finca familiar ubicada en Tucurinca en el Magdalena, que en ocasiones la alquilan para la tenencia de ganado.
Luego de instalar la respectiva denuncia en la inspección de Policía se procede a la visita en el predio, sin embargo, fue en vano los esfuerzos de las autoridades.
“Al llegar la Policía que no eran más de 28 o 30, los invasores eran 90, iniciaron las conversaciones y se dilata el tiempo. Las 48 horas podrían servir para cinco personas o una familia, no para 80 personas. No se pudo realizar ningún tipo de evacuación, pero se actuó a tiempo”, indicó Gaviria quien agregó que a su familia la ha embargado un sentimiento de impotencia y tristeza por la situación que están atravesando.
“Nos sentimos solos”
Ese es el sentimiento que acompaña a los ganaderos frente a la falta de actuación por parte del Gobierno Nacional.
“No siento protección de ninguna clase, hace falta presencia del estado”, agregó Mejía.
Es así que, desde la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, se han liderados dos iniciativas concretas para acompañar a las víctimas de estas incursiones ilegales que hoy están fuera de control.
“Primero, tenemos un apoyo jurídico que se traduce en darle a los ganaderos unas pequeñas instrucciones con el propósito de que puedan avanzar en el marco de la ley para que las autoridades puedan actuar, y segundo, organizamos brigadas solidarias para que no solo las autoridades sino los ganaderos acompañen al afectado y no se sienta solo”, manifestó José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo del gremio.
Así como se registró en Curumaní en el departamento del Cesar donde más de 200 personas invadieron el predio La OKA S. A. S., resultado de la presencia institucional a tiempo y de los más de 80 ganaderos acompañando la diligencia, se logró desalojar la propiedad.
“Estos invasores que no son invasores sino personas del lugar, algunos venezolanos que están totalmente instrumentalizados por algunos actores que tienen vinculación directa con los grupos armados ilegales pero que están asesorados por abogados; pero cuando uno encuentra este tipo de acompañamientos la cosas empiezan hacer a otro nivel, en Curumaní a las 48 horas los sacamos”, reiteró Lafaurie.
Unión y organización
Frente a los señalamientos y estigmatizaciones que están siendo objeto los ganaderos por defender sus tierras, como es el caso de las afirmaciones del gobernador de Magdalena Carlos Caicedo; que los tilda de promover el paramilitarismo, los afectados desestimaron sus afirmaciones e indicaron que su accionar es el resultado de la ausencia del estado.
“Pedir auxilio y pedir a la fuerza pública que nos apoye, que nos ayuden a defender la propiedad privada no es paramilitarismo. Pedirle al gobierno, a las diferentes instancias como la federación que juntos hablemos con la gente, eso no es paramilitarismo, no estamos patrocinando armas ni amenazas de ningún tipo”, indicó Mejía.
Afirmación que avala el Presidente Ejecutivo de Fedegán, al señalar que en los años 70 y 80 en Colombia se vivió un genocidio ganadero, secuestros y asesinatos en diversas regiones del país y nadie dijo nada. Ahora, están haciendo visible la problemática que viven y que necesitan del Estado para resolverla.
“Lo que intento con las brigadas solidarias, es primero, hacer el ruido necesario para que las autoridades y la sociedad colombiana actúen en defensa que es algo obvio la propiedad privada; en segundo lugar, que los ganaderos comprendan que este tema no lo vamos a resolver ni con las armas ni solos, lo vamos a resolver solo en la medida que tengamos un sentimiento de solidaridad con el afectado y de acompañamiento a la Fuerza Pública”, indicó.
Los ganaderos reiteraron que no están de acuerdo con el uso de las armas sino con la presencia pacífica y actuación de las autoridades en sus terrenos.
Se espera que ante la iniciativa del gobierno Petro de entregar a los campesinos sin tierra 3 millones de hectáreas, se aclaren los procesos que se surtirán para cumplir con esta promesa.
