Por Lina Maria Peña
El ruido sobre presunta corrupción en las mal llamadas “100 obras menores” sigue siendo materia de investigación y atención por parte del Alcalde (E) Andres Rugeles y un equipo jurídico-técnico que se designó para desenmarañar todo lo que se ha convertido en un escandalo en Santa Marta ante las denuncias de los veedores ciudadanos.
En las últimas horas se pudo conocer, que la administración Distrital busca encontrar todo lo referente a los archivos que contienen la información del proceso contractual.
Todo parece indicar que la documentación del archivo de las “obras menores” fue sacada de forma irregular o informal de las instalaciones de la Secretaría de Gobierno sin que para ello se dejara constancia u oficio debidamente radicado por los funcionarios competentes que custodiaban dichos documentos.
La forma en como el Doctor Adolfo Bula manejaba la secretaría de gobierno era de boca, sin cumplir los protocolos de la custodia de los archivos, por lo que la información que salió de la dependencia no tuvo la trazabilidad pertinente, lo que no permitía verificar que la documentación fuese alterada u adicionada con fines extralegales.
¿Donde está el archivo de las obras menores y como lo sacaron de la cartera de gobierno?
Lo que hasta ahora se puede conocer, es que quienes presuntamente poseen la información son los Alcaldes menores, sin embargo al menos uno de ellos manifestaron que eso es falso y así dejó constancia en un acta suscrita en conjunto con la procuraduría general de la nación.
Lo más preocupante es que esta situación no permite dar certeza de la forma en como se desarrolló la contratación y le ejecución de las “100 obras menores”. Desde el propio Adolfo Bula existe un presunto desconocimiento de estas obras y la forma de entrega, toda vez que si bien es cierto estas pertenecían a unos recursos de las alcaldías locales, los contratos fueron suscritos directamente por el detenido Alcalde Rafael Martínez y es por esa razón que lo hace directamente responsable de la ejecución e inversión de los recursos, pero lo que también aduce el señor Bula, es que las obras deben ser entregadas a las Alcaldías locales, sin embargo en nuestro trabajo de investigación pudimos conocer por parte de la presidente de la junta de acción comunal de los lirios, que en el caso suyo la alberca construida debía ser entregada a la Essmar.
En una de nuestras anteriores publicaciones, pusimos en conocimiento que los recursos invertidos en el barrio los lirios no se tenían claridad sobre los mismos, por una parte el tesorero cuestionaba la falta de ejecución de la obra y transparencia de los dineros, pero por otro lado la presidenta de la JAC manifestaba lo contrario, aclarando que la que firmó el contrato fue la vicepresidenta de la JAC.
Este entramado nada claro, solo hubiese sido posible desentrañarlo si los archivos se tuviesen en donde debían reposar, sin embargo esa documentación parece estar dispersa.
La Alcaldía a ordenado al custodio del archivo de la secretaría de gobierno, que entregue un informe pormenorizado de los hechos donde quede ratificado que quien de manera arbitraria e informal ordenó sacar la documentación sin cumplir los protocolos de ley que hicieran respetar la trazabilidad de los documentos públicos.
El Doctor Cesar Mercado, ya interpuso las denuncias ante los órganos de control sobre estos hechos en donde además del Secretario Adolfo Bula deberán responder varios contratistas encargados de supervisar la ejecución de la “100 obras menores”.
