“Antes estábamos mejor” declaraciones de alumnas de la Institución Educativa Distrital Magdalena al preguntárseles por la remodelación de la escuela.

Han transcurrido solo 9 meses desde que el Alcalde Martínez hizo la entrega de las nuevas instalaciones de la institución a la comunidad educativa y ya están deterioradas, pero además subutilizadas.

$6’330.000.000 fue el costo total de la obra de remodelación de la IED MAGDALENA, cuya entrega realizara con bombos y platillos el 22 de enero de este año, el alcalde Rafael Martínez, al inicio del calendario académico 2018. En ese entonces el burgomaestre declaró a la prensa: “No solo estamos dando inicio al calendario académico 2018, también estamos recibiendo y entregándole a esta comunidad del Instituto Magdalena unas nuevas y modernas instalaciones, nueve aulas, laboratorios, tres aulas audiovisuales, tres talleres, áreas verdes, deportivas, administrativas, entre otras. A partir de hoy los estudiantes podrán disfrutar de esta obra como lo habíamos prometido y se continuará trabajando en algunos frentes como acabados y entrega de dotación, una vez más queda claro que en este modelo de gobierno que lideramos no hay obras inconclusas”

Pero el panorama ha sido otro para el estudiantado, de acuerdo con las indagaciones de ElArtículo.co entre las alumnas de la IED, cuya identidad mantendremos en reserva a petición de las menores, ante temor a posibles represalias. Al decir de las estudiantes, la cuantiosa inversión de la Alcaldía no las ha beneficiado en nada: “antes estábamos mejor, porque al menos teníamos un Salón de Actos en donde se hacían las ceremonias de los grados, teníamos laboratorio y biblioteca para hacer las tareas y estar; esta fachada nueva que entregó el Alcalde no es para nosotras. Las estudiantes no usamos esas aulas, sólo la coordinadora del colegio y los profesores usan unas oficinas y en las otras oficinas funciona una cosa que se llama ESAP. O sea, se gastaron miles de millones, pero a nosotras en nada nos cambió la vida estudiantil.”

ElArtículo.co pudo constatar que el salón principal ubicado en la segunda planta de la edificación se encuentra en desuso y solo guarda unos enseres, como mesas, que aún conservan sus envolturas.

Por otra parte, el frontis o la fachada presenta una grieta transversal que la atraviesa casi en su totalidad; una lámina del cielo raso está a punto de caer y en toda su extensión cuelgan tiras de material liviano.

Adicionalmente hay humedades y filtraciones que alcanzan una de las columnas principales del edificio. Todo lo cual pone en tela de juicio la calidad de los materiales empleados por el contratista y la supervisión ejercida por la Alcaldía a esta importantísima obra.

Cabe recordar que esta obra fue suspendida por el desplome de un plafón del tercer piso, que causó graves heridas a nueve personas, entre las que se contó a un ingeniero y ocho obreros que participaban de los trabajos de remodelación.

Foto: José Puente.

 

 

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