Dice la Biblia en Eclesiastés 7:2, que “es mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete”; sin embargo, familiares y amigos de Eduardo Julio Márquez, pescador fallecido mientras adelantaba una de sus faenas, cerca de las playas del Batallón Córdova, lo despidieron a ritmo de champeta y papayera.
Vecinos del pescador reconocido por ser “amigo de los amigos”, un fiel parrandero e hincha del Unión Magdalena y el Real Madrid, recorrieron desde su casa en el barrio San Martín, pasando por diferentes calles del Centro Histórico de Santa Marta, hasta llegar al cementerio San Miguel, para darle su último adiós.
La fiesta era lo de Eduardo, así lo describen las más de 100 personas que cambiaron los trajes de luto, las camisetas negras, los pañuelos y el intenso llanto; por un grupo de papayeras, parlantes con champeta, camisetas del Unión Magdalena y el Real Madrid, en un sepelio que rompió con todos los estereotipos.
“Los que pasa es que somos pescadores, somos unidos, estamos divirtiéndonos con él, porque era un hombre parrandero y alegre”, explicó Wilfrido Loaiza, amigo del pescador Eduardo Julio Márquez.
Asimismo Efraín Moreno, otro de los compañeros de faena del pescador muerto, dijo que lamentan la muerte de “este entrañable amigo, pero él se caracterizó por ser un hombre parrandero y lo despedimos con la música que le gusta”.
Los asistentes al sepelio de Eduardo Julio Márquez, llegaron luego del inusual sepelio, hasta el cementerio San Miguel, para darle cristiana sepultura.
LA MUERTE DEL PESCADOR
El pasado 8 de enero lo que comenzó como una jornada de trabajo terminó en tragedia para Eduardo Manuel Julio Márquez, quien murió cuando recibía asistencia médica en la sala de urgencias de la clínica La Castellana de esta ciudad.
El deceso del hombre de 67 año, se produjo a causa de una grave herida sufrida al golpearse en la cabeza con uno de los remos luego que la embarcación en la que navegaban fuera sacudida por una gran ola.
El caso se registró la noche del pasado lunes cuando se hallaba pescando en compañía de varios amigos en una playa Santo Cristo, cercana al Batallón de Infantería Mecanizado No. 5 ‘José María Córdova’, jurisdicción de Santa Marta.
Uno de sus compañeros de labores dijo que ellos habían salido de la bahía samaria a las 10:00 de la noche y que a los pocos minutos estar en sus labores se presentó el incidente que lo hizo caer al agua.
El pescador había nacido en Cartagena y residía desde hacían varios años en el barrio San Martín, en el norte de esta ciudad. Vivía con Ana Beatriz Rivadeneira con quien tuvo cuatro hijos.
