2017, un año de goles para la cruzada anticorrupción del fútbol

En el mundo del fútbol, 2017 confirmó lo que muchos sospechaban: los chanchullos de corrupción de decenas de empresarios y dirigentes de las Américas durante más de dos décadas salieron a luz con lujo de detalles en un tribunal de Nueva York.

El juicio que enfrentó a tres grandes exdirigentes del fútbol de Sudamérica y al gobierno estadounidense ofreció una rara mirada sobre la trama de corrupción oculta tras los lucrativos contratos de televisación y marketing de los mayores torneos de la región, como la Copa Libertadores y la Copa América, vía el pago de más de 200 millones de dólares en sobornos.

Su dramático desenlace se dio con un veredicto de culpables para el exjefe del fútbol de Brasil, José Maria Marín, y el exjefe del fútbol de Paraguay y presidente de la Conmebol, Juan Angel Napout, mostró que los dirigentes no están por encima de la ley.

“El juicio fue un gran paso para exponer cómo el mercado de los derechos del fútbol fue corrompido por dirigentes durante muchos años. Algo de esto se sabía, pero no había sido probado”, dijo Stefan Szymanski, codirector del Centro de Gerenciamiento del Deporte de la Universidad de Michigan, que fue uno de los 28 testigos del gobierno en el juicio.

“El gobierno estadounidense ha ofrecido las pruebas”, apuntó. Los tres inculpados -Napout, Marín y el exjefe del fútbol de Perú Manuel Burga- son los únicos de los 42 acusados en el megadossier de corrupción en la Fifa que tras su extradición a Estados Unidos insistían en su inocencia.

El jurado halló a Marin y Napout culpables de asociación para delinquir, fraude bancario y lavado de dinero, pero no llegó a una conclusión sobre si Burga es culpable o no del único delito del que es acusado, asociación para delinquir, y seguirá deliberando el asunto el martes 26.

LA PUNTA DEL ICEBERG

¿Ha podido el “Fifagate” limpiar el mundo del fútbol? Sin duda no ha eliminado toda la corrupción, pero ha mostrado que cuando un jerarca acepta sobornos, hay chances de que será descubierto.

“El Fifagate ayudó a arrojar luz sobre la corrupción sistémica, generalizada y de larga data en la gobernanza del fútbol”, pero increíblemente “sólo araña la superficie”, estimó Roger Pielke, director del Centro de Gobernanza del Deporte en la Universidad de Colorado.

Pielke confiesa haber quedado “atónito” al enterarse en el juicio de “la profundidad, la complejidad y los montos involucrados en la corrupción en el fútbol”.

“Sin duda hay mucho más por destapar, ¿pero realmente queremos saber?”, preguntó.

Tras 6 años de investigación, el gobierno estadounidense comenzó asimismo en 2017 el proceso de sentencias de los acusados del “FifaGate” que se declararon culpables.

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